domingo, marzo 12, 2006

Perras del infierno y chaperos demoníacos varios

En estos momentos, todavía me estoy tratando de recuperar del impacto de la noticia. Si hubiera algun apelativo para describir el estado a medio camino entre el coma cerebral y el escojonamiento definitivo, que es donde me encuentro en este mismo momento, la utilizaría (eso es lo malo de tener un vocabulario tan reducido). Pero no puedo. Ahora mismo solo puedo darles una muestra de lo que ha provocado tamaña estupefacción:

http://www.youtube.com/watch?v=YBQK7m429S8&search=lordi

http://www.lordi.org/main.html

¿Y quién narices son estos fantoches, se preguntaran? Bien, son nada más y nada menos los que van a representar a Finlandia en la próxima entrega de Eurovisión. Qué glamour, qué estilo, qué elegancia. Me ponen burro estos sicarios del Averno, con su style chic- hellish fashion de la muerte. Aunque alguien les tendría que haber mencionado que esta temporada las hombreras de calaveras y las máscaras de piel humana surcada de cicatrices no se llevan; un buen esclavo del Demonio porta un elegante corte italiano, de Armani o Gucci. Pero, en fin, mientras sigan consiguiendo almas para su señor Satán, a nadie le importara este guardarropa un tanto anacrónico. Esto es un grupo y no los triunfitos (pronúnciese "truñitos") que mandamos nosotros, cojones.

PD: Sí, lo sé, se trata de una entrada de lo más estúpida y sin sentido. Pero, qué puñetas, no me he podido resistir a ponerla. No se preocupen, en un futuro próximo hablaré de mi "Teoría del Secundario" y de la serie de cómic español "Blacksad" en este pequeño rinconcito de la Red.

lunes, marzo 06, 2006

The End is Over

El héroe tragó saliva. Había sido un largo camino hasta el umbral que se erguía enfrente suyo, lleno de esfuerzo y sacrificio, noches sin dormir y ojos inyectados en sangre. Pero por fin estaba alli, y confiaba en que todo acabaría en breves momentos. Dio un trémulo paso hacia su destino. Uno más. El tercero ya adolecía de la primeriza indecisión, el cuarto ya poseía determinación propia. Ocurriera lo que ocurriera, las cartas ya habían sido jugadas y yacían boca arriba en el tapete. Alea jacta est.

Cuando atravesó el umbral, una figura antropomorfa de contornos borrosos y estatura gigantesca apareció de la nada. Parecía carecer de profundidad, asemejándose más a una silueta bidimensional dibujada por un niño que un ser de carne y hueso. La figura le aparó un objeto con las extremidades que se podían considerar "manos". El héroe suspiró. Este era el momento. A sus espaldas el umbral que había atravesado, desaparecía, cerrándole el paso.

Cuando, una hora después volvió a atravesar el reaparecido umbral, una sonrisa adornaba el consumido rostro del joven. Lo había conseguido. Habría que esperar a los resultados, pero había resultado una jornada de lo más satisfactoria. Esa tarde le esperaba un baño, una opípara comida y una noche con los colegas. Ahora que había acabado los exámenes, por fin volvería a tener vida.