jueves, diciembre 14, 2006

Citas (VII)



"Las leyes son como las telarañas,ya que si algo indefenso e insignificante cae en ellas, lo atrapan con fuerza, pero si cae algo grande en ellas, rompe la trampa y escapa."
(Anacarsis el Escita, filósofo)

...And Justice for All

(Música del Día: Metallica - Eye of the Beholder)

Murió en la cama. Rodeado de sus seres queridos. Sus ojos, engarzados en un semblante pacífico y reposado, se apagaron, con la dulzura de los que son recogidos de su lecho sin complicaciones y por muerte natural.

Sus detractores se alegran. Claman al cielo porque por fin la gran igualadora se lo ha llevado, por fin recibirá su merecido en la otra vida, hasta el último momento rodeado de un círculo de halcones con forma de jueces buscando procesarlo por toda la carroña que vertió sobre el mundo, y que hasta el último momento de su vida sufrió la intranquilidad de saber que podría ser levado a prisión. Que su alma murió inmersa en el nerviosisimo y la incertidumbre.

Yo digo que es un día nefasto. Que es insuficiente. No creo en un alma inmortal, ni en su pervivencia más allá de esta vida; no puedo confiar en algún supuesto tormento que recibirá para expiar sus muchos desmanes. En ese aspecto los creyentes tienen más suerte que yo. Él ha tenido el privilegio de morir rodeado de hijos y nietos (que no han tardado en hacer apologética de las acciones de su progenitor, invocando el tradicional contubernio marxista/ leninista/ judeomasónico que en este país deberíamos conocer tan bien), mientras que el único abrazo que recibieron los integrantes de las Caravanas de la Muerte fue la jubilosa superficie del mar que se abalanzaba sobre ellos una vez fuera del helicóptero. La única compañía, peces y crustáceos que se dirigieron rápidamente al banquete que representaban sus cuerpos tumefactos e hinchados.

Alguien como él no tendría que haber muerto así. Alguien como él tendría que haber visto sus últimos días encarando la vergüenza de un juicio, el alejamiento de los familiares, la reducción al mínimo común denominador como el resto de reos. Como se dice vulgarmente, pudriendose en la cárcel; gritando por todos aquellos silenciados cuyas gargantas estallaron, llorando por todos aquellos cuyos ojos fueron arrancados, con sus postrimerías acosadas por los fantasmas de los miles de represaliados y asesinados, Ed Horman requieriendo desesperado el cadáver de su hijo y los dedos y la lengua de Victor Jara. Un colofón adecuado para sus memorias, unas memorias en las que subyace, y subyacerá, la idea de que los poderosos son intocables. La situación se repitió hace 8 años, cuando por fin parecía que sus actos le alcanzaban, cuando fue retenido y arrestado en nuestro suelo, a pesar de su carácter de cónsul vitalicio. Fue un buen momento para sentirse orgullos de haber nacido en el mismo suelo que pisaba Garzón.

El orgullo duró poco. El caso incomodó al Gobierno de aquel entonces. Por aquel entonces no había ningún Zapatero al que echarle las culpas, pero dio igual; la patata caliente pasó de mano a mano, espoleada por las excusas médicas dadas por el acusado. Nuestra querida y anglosajona Maggie, defensora a ultranza de la libertad y la justicia allá por donde pasara, también metió baza; toda la que pudo. No se olvidó del apoyó que le otorgó durante las Malvinas. La bajada de pantalones de nuestro gobierno ante la gran polla inglesa debería ser recordada con vergüenza aún en el día de hoy. Escapó. Y esta vez ha escapado de nuevo, y definitivamente.

Hoy la justicia ha perdido un poco más de su ya de por sí violado significado. Hoy el alma del hombre, si tal concepto puede realmente existir, se ennegrece un poco más; su conciencia tacha mentalmente una casilla más en la columna de "cosas que dejé por hacer", y el poderoso ha ganado la partida una vez más, aunque sea de manera pírrica. Jamás entenderé las reticencias de algunos pensadores acerca de la supuesta "dictadura de las minorías" que instaura algunas clase de democracias; vivimos inmersa en una desde que se formó la primera sociedad.

La última lección que nos legó Augusto José Ramón Pinochet Ugarte es que los tiranos siempre dispondrán del derecho de morir en su cama.

Saludos desde OK Corral.

domingo, noviembre 26, 2006

Chorrada del Día nº 3

Está claro: a Matt Groening le gustan los White Stripes.



- Hey boy! What are you doing with our drumming?
- Sorry, White Stripes. No hard feelings?
[pause]
- Let´s kick his ass!


Sencillamente INMENSO.

Saludos desde OK Corral.

miércoles, noviembre 22, 2006

Basil Poledouris (1945 - 2006)

(Música del Día: Basil Poledouris - Riders of Doom [Conan the Barbarian OST])

El poeta de la épica.


Basil Konstantin Poledouris. Nacido el 21 de Agosto de 1945 en Kansas City. Sus padres eran inmigrantes griegos. Empieza a recibir clases de piano a los 7 años. Se matricula en la Universidad del Sur de California, donde se licencia en dirección y composición musical. Allí conoce a John Milius y a Randall Kleiner, con quienes en el futuro realizaría frecuentes colaboraciones. Compone por primera vez la banda sonora de la televisiva Congratulations, It´s a Boy. Una década después, llegaría la fama: El Lago Azul, y, sobre todo, Conan el Bárbaro. Una composición potente, metálica, priamria, ajustada al canon howardiano de lo que Conan debería ser, un personaje extraído de la juventud de la Tierra y de épocas más simples y brutales. Épica magnificencia. Tras eso, llego el éxito: Amanecer Rojo, Conan el Destructor, Los Señores del Acero, RoboCop, La Caza del Octubre Rojo, Liberad a Willy, Hot Shots, Starship Troopers, Los Miserables... Una carrera llena de grandes éxitos, grandes composiciones.

El pasado 8 de Noviembre el cáncer se lo llevó, a la edad de 61 años.

Ya no habrá más grandiosidad. El timbal calla. Los pífanos bajan sus instrumentos en señal de respeto. La percusión enmudece. La épica, la magia del momento se desvanece. Los coros bajan del estrado. Y las cornetas, trompetas, trombones, viento metal, se desvanecen, se hacen cenizas. El mundo ya suena un poquito peor.

Descanse en paz.

Saludos desde OK Corral.

One Year After

(Música del Día: Mamá Ladilla - Cumpleaños Feliz)



Un año de gabanes polvorientos. Un año de críticas literarias. Una año de cine salvaje y sin contemplaciones. Un año de crítica social vitriólica. Un año de reflexiones metafísicocarpianas. Un año de ferrocarriles silbando mientras llegan a la estación. Un año de anime, un año de música, un año de videojuegos. Un año de confesiones y actos de contricción, de sinceridad y de medias verdades. Un año de caminos a ninguna parte. Un año de citas. Un año de humor negro, blanco, verde y de todos los colores. Un año de pereza y retrasos, de inspiraciones súbitas y parrafadas. Un año de rockeros del Averno, cyborgs animados, nazis del espacio exterior y bestsellers con épica de baratillo. Un año de comentarios y su carencia. Un año con ustedes. Un año de Tombstone Express.

Saludos desde OK Corral.

(PD: En honor a la verdad, he de decir que esta entrada debería haberse escrito y publicado dos días antes, pero entre olvidos y perezas, lo he dejado hasta hoy. Además, francamente, no sé si eso de celebrar el aniversario de algo a lo que uno tiene tanto cariño como su blog personal el día 20 de Noviembre...)

sábado, noviembre 18, 2006

Invasión

(Música del Día: Aphex Twin - Come to Daddy)

Estoy, sencillamente, rodeado. Hablo de las obras, claro. Cuando vine a vivir a Madrid, jamás pude imaginarme que el imperio de la chapucilla pública pudiera llegar a extenderse hasta tales extremos. En Zaragoza, ya lo adelanto, se abre mucha zanja (habiéndose llegado al extremo de cortar la vía principal de la ciudad durante un año por reformas. El asunto se especió con la aparición de un barrio mozárabe bajo la calzada y la subsiguiente polémica que originó el hallazgo.) Pero lo de Madrid llega hasta puntos de neurosis clínica. Vallados con complejo de ameba variando con nocturnidad y alevosía su circunferencia y extensión: hoy puedes pasar por aquí, mañana no. Vericuetos que te ves obligado a transitar por la media docena de operaciones de cirugía plástica realizadas a la red arterial del transporte urbano. Carcinomas de estructuras metálicas, rejilla de plástico verde y mortero, enrizando en el pavimento adoquinado. Los anticuerpos que actúan frente al organismo hostil son barrigudos, hoscos, malhablados y tienen acento extraño. Una costra cuasi uniforme que cubre a media ciudad y te persigue a todas partes. No puedes escapar. Su omnipresencia acaba adquiendo carices obsesivos.

Y tanto. Su persecución ha llegado hasta extremos de invasión de la intimidad: las obras me han seguido hasta mi casa. Un escape de agua que lleva sangrando dinero desde principios de año, y he acabado viendo como el suelo del vestíbulo se ha hundido bajo nuestros pies para devorarnos. Mesnadas de fontaneros y aprendices han instalado sus atalayas y símbolos de ocupación para recordarnos la siniestra presencia de su imperio eterno. Creo que dentro de poco tendremos que hacer colas en las calles para que los aviesos especialistas del gotelé nos hagan las extracciones de sangre directamente. Un seguro de sangre cimentada. Los pilares del negocio. Si contribuyes a nuestro sustento, nosotros contribuiremos al tuyo. O más bien a que tu pútrido tejado no acabe escupiendo metralla inmobiliaria.

Mientras tanto, en Zaragoza, las grúas de construcción anidan como buitres sobre la ciudad indefensa. Desde las colinas de los Pinares de Venecia, uno de los puntos más altos de la ciudad, el mirador de la capital maña, se ven no menos de una veintena de proyectos de papiroflexia metálica alzar sus alargados picos carroñeros. Es una estampa grácil y a la vez terrible.

Todo esto acaba contribuyendo al curioso experimento de bioingeniería que esta fermentando en España. La mutación del primate Homo sapiens en Homo Inmobiliaris. Todavía se desconoce las características de las que dispondrá este fascinante nuevo especimen, pero se depositan grandes esperanzas en su futuro. Con certeza se sabe que estará más cercano al originador de la especie, de nombre Adán, y su estructura biológica estará formada por argamasa, cables, yeso, escayola y demás materiales de construcción. Los científicos del ladrillo están muy orgullosos de la forma que está adquiriendo el proyecto, y esperan exportarlo al resto del mundo una vez se demuestre su funcionalidad.

Saludos desde OK Corral.

Citas (VI)


"El patriotismo es, fundamentalmente, la creencia en que un país en particular es el mejor del mundo por el mero hecho de que tú naciste en él."
(George Bernard Shaw, escritor y dramaturgo irlandés)

viernes, noviembre 17, 2006

Zodiac

No, damas y caballeros, David Fincher no está muerto y enterrado. Aunque cualquiera pudiera jurarlo por el tiempo que ha pasado desde Panic Room, su última incursión tras las cámaras (y una película perfectamente defendible desde un punto de vista puramente lúdico, a pesar de lo que digan algunos -otra cosa es que desmereciera sus anteriores proyectos-), el director del mejor thriller sobre serial killers jamás parido en los 90, por mucho que el doctor Lecter quiera sobornarnos con una agradable cenita a la luz de las velas y una buena botella de Chianti, tiene un nuevo proyecto casi finalizado entre manos, después del baile de encargos que ha sufrido estos últimos años. Y es... un thriller sobre serial killers.

Así es, tito Fincher vuelve por sus fueros primerizos. Tomando como base los auténticos crímenes del Zodíaco, realizados a finales de los 60 en San Francisco (y que, curiosamente, sirivieron como inspiración a Andrew Kevin Walker para escribir el guión de Se7en), David Fincher vuelve al cine con un film que parece tener un estilo más clásico que sus anteriores obras (juzgando por el trailer), y protagonizado por Jake Gylenhaal y Robert Downey Jr. Lo cual ya sería excusa suficiente para verla de por sí.

Aquí, el trailer.

Saludos desde OK Corral.

jueves, octubre 19, 2006

Al próximo que se queje de la LOGSE, le arreo

Pues eso. Que en Francia el bajo vulgo también es alegremente gilipollas.

Y si no se lo creen, miren esto:



Cortesía de El Eterno Aprendiz. Algunos días da por culo levantar la cabeza de la cama.

Saludos desde OK Corral.

domingo, octubre 08, 2006

Tombstone Express vuelve a abrir sus puertas.

(Música del día: Ennio Morriconne - The Man with the Harmonica)

"En la altiplanicie arcillosa, el único sonido audible era el silbido del viento: un susurro bajo y ominoso que hacía pensar de coyotes en los nichos de las imponentes mesas de la lejanía y de crótalos deslizándose con nocturnidad y alevosía dentro de las botas de los inconscientes vaqueros que se atrevieran a hacer un alto en aquellas tierras baldías y desoladas. Un sol sanguíneo empezaba a agachar su cansada testa bajo la línea de un horizonte que cada vez se difuminaba más, arrancando reflejos rojizos a la destartalada estructura de la estación de tren.
En realidad, calificarla de estación de tren era de conferirle una dignidad de la que carecía. No era mas que una docena de tablas desvencijadas y mal dispuestas situadas rudamente sobre la arena y un remedo de caseta para el guardés de la estación, que por el olor que emanaba de ella bien podría haber servido como un urinario público. Decenas de botas, mocasines, zapatos habían pisado las carcomidas tablas, pero ahora sólo sonaba el clic clac de las patas de algún alacrán ocasional.

Un silbido ululante empezó a solaparse tras el perezoso viento: un crescendo progresivo que empezó a inundar el desierto, acompañado de armónicos aplastantes, un ejército sónoro desplazándose con presteza hacia el apeadero. Con un chirrido mecánico, el de los pistones hidráulicos frenando el mastodonte vermiforme de metal que surcaba el paralelo de acero, el tren llegó a la estación. No le esperaba ni correo, ni equipaje. Sólo el descenso de un solitario pasajero justificaba la parada; así pues, cuando los pies del extraño pisaron las polvorientas tablas, las ruedas del ferrocarril prosiguieron, perezosas, su camino.
El extraño no se movió, ni cuando el tren desapareció en el horizonte y su aullido cacofónico dio paso a la quietud suave y lánguida del desierto. Estaba recordando por qué había decidido volver, paladeando olores y sonidos antiguos para él: el herrero forjando herraduras en el final de la solitaria calle, el olor a bosta de caballo y cuero quemado transportado por el viento, un ligero ajetreo en el salón. Había vuelto a casa. Ondeando su gabán en la suave brisa, se encaminó hacia su hogar para comunicar que el Forastero estaba de nuevo en el pueblo."

Así es, damas y caballeros. Tombstone Express vuelve a abrir sus puertas. En la estación del tren, se abren de nuevo las taquillas para comprar billetes, el sheriff reune a sus alguaciles para poner en vereda a posibles alborotadores, y el alcalde viene a recibirles de nuevo con los abrazos abiertos, fraternal. Tras una estancia de casi un mes en mi terruño (Zaragotham City, para los que no lo sepan), y un par de días disfrutando de la hospitalidad ribereña de esa maravillosa localidad llamada Sitges (y disfrutando como un loco de su plantilla cinematográfica, of curs), hemos venido con nuevos ánimos, acercándonos ya a (tachán, tachán), el primer aniversario de este humilde blog. Como adelantado regalo de cumpleaños (pero perfectamente válido regalo de no-cumpleaños), venimos con novedades. Aprovechando la apertura de ese primo hermano sonoro de YouTube que es GoEar, he decidido incorporar a mis artículos banda sonora. Una adición que espero les agrade.

Y sin más dilación, Tombstone Express se puede considerar operativa de nuevo.

Saludos desde OK Corral.

sábado, septiembre 09, 2006

Chorrada del día nº 2

¿Ven en su fiel animal de compañía cierto brillo fanático a la hora de echarle de comer? ¿Su mirada aviesa les avisa de los pensamientos fascistas que posiblemente crucen su pequeño cerebro? ¿A veces han creído que la distribución aparentemente aleatoria que tienen los trastos que ha tirado durante su último juego mantienen un patrón inquietantemente similar al de un mapa de guerra? En ese caso, esta página web está dedicada para ustedes:

Gatos que se parecen a Hitler

Mi favorito:



Miren esa mirada aviesa, esos ojos esquivos, ese brillo de superioridad despreciativa, esa papada adiposa... Un auténtico überkat entre nuestras manos, sí señor. El mundo tiembla sabiendo que el fascismo tiene un nuevo estandarte al que seguir.

Y este tampoco está nada mal:



PD: En otro orden de cosas, la tan esperada contienda entre Uwe Boll y Oso55 se realizó por fin este pasado Martes. Un tanto decepcionante, desgraciadamente; lo peor es el acoso y derribo generalizado que Carlos está recibiendo por parte de toda la comunidad fandomita internetera.

España, país de envidias...

(At Last) The Real Clash of the Titans

PPD: Señores de Canal+, tercera temporada de Oz YA. Por favor.

Saludos desde OK Corral.

sábado, septiembre 02, 2006

Añoranza

¿Quieren pillar la depresión de sus vidas? Repasen los viejos álbumes de fotos de su juventud/madurez/vejez temprana mientras escuchan algún disco de Death Cab for Cutie. El efecto a sus cantidades almacenadas de alegría y esperanza será devastador, y el depósito de melancolía empezará a rellenarse hasta que empiecen a aullar las alarmas de colapso. Así me suelo sentir con bastante asiduidad, dominado por un sentimiento de nostalgia irreductible. Y aunque la nostalgia suela ser mala consejera, muchas veces no se puede evitar caer en su dulce abrazo.

La razón principal de dicho estado es el haber encontrado las fotos de una entrañable fiesta que tuve hace unos dos años en casa de sus amigos. Nos reunimos en su recién estrenado pisito, y pasamos unas acogedoras horas en la compañía de conocidos y amigos. Vimos unos cuantos vídeos chorras bajados de la Red, un par de OVA´s de Ranma, episodios de Nadesico, comimos la especialidad de la casa (Pizza de Calamares en Salsa Picante), y una bonita tarta con el dibujo caramelizado de unas adorables chicas gato en la superficie. Bastante recogida, en realidad, pero entrañable. En el fondo, las que realmente recuerdas en un futuro con cariño.

La verdadera cuestión es ¿por qué nos vemos afectados de tanto en tanto por estos accesos súbitos de nostalgia? Desde luego, servir, no sirven de nada (a no ser que la depresión forme parte de algún intrincada herramienta de supervivencia evolutiva de la que yo desconozca el funcionamiento), salvo para sentirnos más miserables. Sin embargo, no podemos evitar pensar de vez en cuando "qué bien me lo pasaba de crío", "cómo recuerdo las tortas de harina de mi abuela", "los amigos que tenía antes eran más divertidos", o demás divergencias mentales.

La nostalgia, decididamente, no sirve para nada. Pero gran parte de Occidente alimenta sus procesos psíquicos con cantidades industriales de esta materia, dulce a corto plazo y amarga a la larga. Parece connatural al ser humano querer lo que no puede alcanzar; si somos niños queremos crecer lo más rápido posible, si somos adultos queremos retornar a la frescura y la inocencia de nuestra infancia. Siempre he mantenido que eso evidencia algún terrible error de fábrica del hombre. ¿Por qué somos incapaces de ser felices con lo que tenemos ahora, y buscar sombras pasadas de castillos en el aire? Pues la nostalgia no es solo adictiva, sino que además es engañosa. Recordamos las bondades de los años pasados, pero no recordamos que esos mismos años teníamos siempre en mente lo bien que estábamos antes, y lo mal que estábamos antes, y ese "antes" recordábamos lo mal que estábamos por aquel entonces, y lo bien que nos lo pasábamos en eras pretéritas, así en una espiral descendente hasta el momento en el que recordamos por primera vez.

Toda esta parrafada viene a cuento acerca de la nostalgia que siento en este momento, nada más. Irse del hogar a vivir solo a una ciudad desconocida es una experiencia desagradable, sobre todo si alguien es casero y recogido como es mi caso. Que al acabar el día sólo te acompañe el sonido de tus propias pisadas. Hacer amigos y amistades desde el principio, una vez más. Tabula rasa. Aquí estoy porque he llegado, y nadie te pregunta qué tal te ha ido el día. No se puede evitar pensar el "antes estaba mejor". Aunque sepas que no es más que una ilusión. Es casi reflejo. Un año y medio en Madrid y todavía no me he acostumbrado del todo. Afortunadamente, parece que la tormenta remite.

Como decía, la nostalgia es mala consejera. No conviene dejarse llevar por sus cantos de sirena. Sin embargo, hay una consejera peor que la nostalgia, y esa es la soledad. Si mezclamos ambas cosas, obtenemos un cóctel explosivo. Al igual que la nitroglicerina, no es prudente agitarlo violentamente, o la mezcla se derramará por todas partes. Y eso no es algo que alguien pueda encontrar deseable.

Como nota final, les propongo un juego. Aquí hay una foto de la fiesta que mencionaba en el segundo párrafo. Adivinen quién soy de los presentes (los que me conozcan en persona, que no tengan morro y se aprovechen de la situación). Y no, no soy el del centro que saluda efusivamente. Estoy un poco más solapado.

¿Que para qué sirve? Para nada. ¿Pero a que se han olvidado de sus penas durante cinco minutos?



Saludos desde OK Corral.

miércoles, agosto 30, 2006

Películas Malditas (I)

En cierta ocasión mencionamos lo cruel que puede ser la aseveración de que el cine, por mucho que queramos enmascararlo, no es más que una industria. Es decir, algo que se espera que dé beneficios. Lo queramos o no, grandes cineastas se han visto catapultados a las simas del olvido porque su mensaje no ha sido lo suficientemente aceptado por el gran núcleo de consumidores mainstream, o porque han sido malinterpretados. Nunca sabré decir si afortunadamente o no, siempre existirá una legión de archiveros maniáticos, obsesionados por encontrar lo más raro, absurdo, olvidado, menospreciado e ínfimo, y hacer de ello su estandarte, orgullosos de su divergencia.

En fin, yo soy uno de esos polvorientos guardianes de lo bizarro. Y muchas veces soy incapaz de entender como taquillazos en potencia acaban hundidos en el pozo sin fondo de la mediocridad. Hay momentos en los que el mensaje está cargado de demasiada mala leche, demasiada suberversividad, o muestra la suficiente falta de comercialidad como para ser comprensible su batacazo. Pero otras no. Este es un ranking particular, no por orden de preferencia ni de calidad, de las que creo que fueron las películas que más sufrieron este desdichado síndrome. Tal vez alguien, una sola persona, picada por la curiosidad, decidiera darles una oportunidad. Y, tal vez, esa persona pudiera decidir que, realmente, esa película fue realmente infravalorada.

Creo que me conformaría con eso.





TANK GIRL (Tank Girl, 1995)
Dir.: Rachel Talalay.
Prot.: Lori Petty, Naomi Watts, Ice-T, Malcolm McDowell.

La subversiva tira cómica de Jamie Hewlett y Alan Martin sirvió como base para este film de la australiana Rachel Talalay, protagonizado por Lori Petty, una por aquel entonces desconocida Naomi Watts, y un histriónico Malcolm McDowell, como siempre recordando su memorable interpretación en "La Naranja Mecánica". La trama sigue a una alocada superviviente de un holocausto meteorítico tras el cual la Tierra se ha quedado casi sin una gotica de agua y una megacorporación (dirigida por McDowell) controla los acuíferos existentes. Obviamente, son malos de la ostia. Obviamente, matarán a la familia de la prota, mascotas incluidas (bueno, salvo una criaja ahostiable que es la viva imagen de la perniciosa influencia de la MTV en el lenguaje de nuestros infantes), Y, obviamente, nuestra aguerrida heroína les dará una patada en su corporativo culo, apoyada por su temible ejército de... ¿canguros mutantes?

A diferencia de otras producciones que enarbolan el "¡La venganza es mía!" como estandarte, "Tank Girl" destila humor. Chorrea humor. Lo vomita. Se pilla, ¿no?. De punta a punta, comenzando con los delirantes títulos de crédito (acompañados por un apropiado "Girl U Want", de los Devo) hasta el explosivo (y absurdo) final, la producción muestra una vis cómica gamberra, juvenil, fresca, y completamente irracional. La interpretación de Lori Petty como Tank Girl es tan elástica y aleatoria como podría esperarse de un personaje de cómic (y en especial de ESE personaje), desde el asalto final al almacen del malo malote, hasta sus enseñanzas de "cómo ser una amazona indomable" (oigs) a Jet Girl (irreconocible Naomi Watts).

Como toda buena joya de caspa kitsch que se precie, o la amas o la odias. No hay término medio.



VAN HELSING (Van Helsing, 2004)
Dir.: Stephen Sommers.
Prot.: Hugh Jackman, Kate Beckinsale, Richard Roxburgh.

Al lado de la definición de "pastiche" en el diccionario de la RAE, hay una foto de esta película. También la habría al lado de la definición de "cagada", si no fuera porque la adaptación en OVA´s de Daydream fue más rápida y le quito el puesto.

La trama (o, más bien, el intento por parte de los guionistas de crear una), sigue las aventuras de Gabriel Van Helsing (pronúnciese con acento de supervillano cutre de Europa del Este), matabichos y agente paranormal del Vaticano en su lucha contra el temible Conde Drácula. Si no fuera porque el conde parece más un barman de Chueca que un terrible vampiro centenario, podríamos calificarlo de "terrible" sin carcajearnos a gusto. En todo este popurrí fílmico también aparecen el Hombre Lobo, un increíblemente inteligente Monstruo de Frankenstein y una aparición estelar al comienzo de la película del Dr. Jeckyll y su contrapartida maléfica. La trama, afortunadamente, no es mas que una mera excusa para que los bichardos se den de ostias a gusto, convirtiendo el film en el equivalente fantaterrorífico de un combate de Pressing Catch.

Personalmente, lo tengo muy claro. Si esta película tuviera unos cuantos ceros menos en su presupuesto, se habría convertido en un icono inmediato de los freaks del cine más costroso y arrastrado. Lo tiene todo: guión inexistente, trama ridícula, interpretaciones balanceándose entre el abismo de lo inexistente y el de lo risible, efectos especiales cutres... Y por si fuera poco, es horrible, increíblemente divertida. La dirección de Sommers es dinámica y descarada, flipándose a gusto con los travellings, panorámicas, y demás zarandajas, acercándose por momentos al Peter Jackson más desmelenado. Aunque hay ciertos toques de clasicismo (léase la brillante introducción en blanco y negro), en todo momento nadie se toma en serio la disparatada narración. Ni siquiera el compositor: la BSO parece sacada más de un viejo serial radiofónico de "La Sombra" o "Doc Savage" que de una película con ínfulas de seriedad. Indispensable.



LA ISLA DE LAS CABEZAS CORTADAS (Cutthroat Island, 1995)
Dir.: Renny Harlin
Prot.: Geena Davis, Matthew Modine, Frank Langella.

El mejor fracaso de público y crítica de la historia. Posiblemente, esa sea una definición que se adpate bastante bien a las características de "La Isla de las Cabezas Cortadas".

La capitana Morgan Adams (Geena Davis), ayudada por el mujeriego, encantador y descarado William Shaw, y buscada en todo el Caribe por las autoridades británicas y por su psicótico tío Dawg Brown (Frank Langella), emprende la búsqueda del tesoro que su abuelo y su tripulación escondió en la legendaria Isla de las Cabezas Cortadas. Entre el fastuoso tesoro y ella se interpondran motines, tormentas, emboscadas, traiciones y varias -y espectaculares- batallas, tanto terrestres como marítimas. ¿Conseguirá hacerse con el codiciado botín?

Tan sencillo como eso: una película de piratas de las de toda la vida. Casi sólo falta ver la estampa apolínea e insolente de Errol Flynn, en su sempiterna camisa de lino con la pechera siempre abierta, para convencernos de que hemos entrado en el Cine del Tiempo. Cierto, como buen director de acción ochentero, Harlin nos provoca una sobredosis de explosiones y pirotecnia variada un tanto anacrónica, pero el espíritu es el mismo: el espíritu de la aventura pura, el sense of wonder tan típicamente adolescente de identificarse con un arrojado y noble pirata que surca los siete mares en busca de un legendario tesoro, enterrado en una ignota y selvática isla (caníbales incorporados de serie), mientras te persigue algún pirata rival o la Marina Británica. Stevenson, cuánto te debemos.

Teniendo en cuenta todo esto, por favor, explíquenme qué salió mal. Cual fue la razón de que esta película redefiniera el concepto de "debacle", liquidara ella solita a los estudios Carolco ( responsables de algunos de los mayores taquillazos de la historia, como "Terminator 2". Casi ná, vamos) y el matrimonio entre Renny Harlin y Geena Davis. ¿Acaso el público no estaba preparado para un revival pirata a mediados de los 90, cuando todavía había cine de acción y aventuras decente, y hubo que esperar a casi diez años después para que Jack Sparrow y sus mesnadas imbuyeran de nueva vida al espástico y parcialmente cadavérico género de la aventura desmelenada? No lo sé. Lo único que sé es que esta película tendría que haberse merecido mucho, mucho más.



DÍAS DE GARAGE (Garage Days, 2002)
Dir.: Alex Proyas.
Prot.: Kick Gurry, Pia Miranda, Maya Stange.

Antes de empezar, responderé a las dos preguntas que deberán de estar ansiosos por ver respondidas en estos momentos. Si, Alex Proyas es el responsable de "El Cuervo". No, "Días de Garage" no es una goticada. Lo cual nos lleva a la pregunta de qué es Días de Garage. Pues un auténtico desmelene.

La trama sigue a una oscura banda de rock australiana con la aspiración de convertirse en los nuevos AC/DC. Son jóvenes, son nuevos, pero tienen entusiasmo y ambición. Por si lidiar con los problemas de una banda emergente (si a su trayectoria profesional se la puede definir así), los amoríos entre los integrantes no hacen más que complicar la situación exponencialmente: Freddy, el cantante, está enamorado de Kate, la novia del guitarrista, Joe; éste, a su vez, divide su tiempo entre ponerle los cuernos a Kate con un gótica siniestroide (nada de una princesita de las tinieblas con aires de augur fatídico: una gótica de las de verdad, de esas que dejan marcas después de cada polvo), y mostrar atisbos de esquizofrenia. A su vez, Tanya, la bajista, es oficialmente novia de Freddy, pero no parece muy contenta con su noviazgo. ¿Y el batería? Mmm, dejémoslo en que "está ahí". Así pues, toda esta panda de lelos hiperhormonados irán a trancas y a barrancas superando los diferentes obstáculos que les salgan al paso: los problemas para grabar la maqueta, noticias de embarazos inesperados, lidiar con las discográficas, un mánager al que, muy eufemísticamente, se podría definir como inútil terminal... Al final, conseguirán tocar en uno de los principales festivales australianos, pero... ¿alcanzarán al final el ansiado éxito?

Después de hora y media de absolutas carcajadas, dirección talentosa, una excelente vis cómica de los actores, acertadas puyas al mundo de la música (Alex Proyas dirigió muchos videoclips antes de adentrarse en el terreno de la realización cinematográfica, y sabe lo que se dice), una estupenda banda sonora, la respuesta mayoritaria será un "¿y a quién coño le importa?". Lo único que el espectador desea es que este retrato cómico y un tanto agrio de los sueños imposibles de juventud no cese, y que a esa banda de entrañables perdedores les sigan saliendo baches en el camino. Para que la diversión no concluya. Cierto es que al final le falta algo de bilis, cayendo un tanto en el topicazo de "vamos-a-ser-buenos-y-darles-un-happy-ending" en plan de por los esfuerzos invertidos, y no se ve la amarga representación de la nostalgia traicionada y del peterpanismo (especialmente doloroso es cuando Freddy observa un día que su bar de confianza se ha convertido en un casino barato for exigencias comerciales), pero sólo por eso no es de recibo crucificar al film. En definitiva, una película que, como casi todas de esta lista, se tendría que haber merecido más.



STARSHIP TROOPERS (LAS BRIGADAS DEL ESPACIO) (Starship Troopers, 1997)
Dir.: Paul Verhoeven.
Prot.: Casper Van Dien, Denise Richards, Dina Meyer, Michael Ironside.

"Starship Troopers" debe de ser una de las obras más incomprendidas de la historia, junto a "El Príncipe" de Maquiavelo y la bibliografía completa de Nieztsche. Aunque no se puede decir que fuera un debacle sorprendente. ¿Qué puede salir si juntamos a uno de los directores más viscerales, subversivos e insolentes del panorama hollywoodiense, una novela rayana en el parafascismo, ultraviolencia, desnudos... y las caras más guapas de los culebrones adolescentes americanos?

Antes de que a alguien se le ocurra la respuesta, voy a darla por vosotros. Un fracaso.

La película nos presenta un futuro aparentemente utópico donde todo el mundo es rico, guapo, feliz, y tiene una dentadura perfecta. Las ciudades están colmadas de altas torres de cristal y acero que se elevan desafiantes hacia el cielo, la tecnología está en un momento cumbre, todos son felices, guapos, impecablemente vestidos y tienen seguro dental a todo riesgo. Qué guay, ¿no? Pues no. Este perfecto y ordenado mundo tiene un pequeño inconveniente: esta regido por una rígida dictadura militar, camuflada de democracia populista: sólo los veteranos militares tienen derecho a voto. Este hecho, que en la novela original le servía a Heinlein para rellenar 300 páginas de retórica jingoísta y probélica, es utilizado por Verhoeven para retratar la paja nazi defiitiva, al igual que Norman Spinrad hizo lo propio mofándose de las historias clásicas de la "Edad Dorada" de la ci-fi (edad a la cual, mira tú, pertenece "Starship Troopers". Qué cosas, oye) en su terrorífico "El Sueño de Hierro" (de largo, la novela más perturbadora que me he leído en lo que llevo de año. Y si no, relean la crítica que puse hace un tiempecillo). Y, al igual que Spinrad, no deja títere con cabeza.

La historia sigue los avatares de una serie de reclutas en el ejercito de la Federación Terrena: Johnny Rico, Cármen Ibáñez y Dizzy Flores (entre otros). Su vida cambia el día que una raza de alienígenas arácnidos decide atacar la Tierra, y son movilizados para combatir en la guerra. Donde, como en la vida real, sólo encontraran dolor.

Como decíamos antes, esta película fue muy malinterpetada. Principalmente por la extrema sutilidad que muestra: la mala leche y la bilis que destila están escudadas tras una barrera de alegre caramelo y dulces colores pastel. La Federación se nos presenta como un lugar idílico, deseable incluso. A pesar de que sólo los veteranos puedan votar, un civil normal no tiene ninguna restricción en sus derechos civiles. Luego empezamos a ver la fea cara debajo del rostro bioesculpido de la Federación. La censura impera en todas partes, siguiendo unos patrones de moralidad estrictos. La propaganda campa a sus anchas, recordando a la población en todo momento cuán bueno es su gobierno y cuán malvada es la especie alienígena a fumigar. Los juicios rápidos (nada de esas tonterías que tenemos aquí: llegas, te delcaran culpable y te mandan a la silla eléctrica. Ejecución radiada por las ondas estatales inclusive) hacen de la ley su coto de caza particular. Y el estamento militar introduce sus tentáculos en cada uno de los aspectos de la sociedad. Véase si no ese terrorífico anuncio donde, bajo la bandera del lema "Un mundo que funciona", unos veteranos reparten a una panda de ilusionados niños burgueses puñados de balas de sus rifles, como si de montones de dulces gominolas de plomo se tratase. Como decíamos, la paja nazi definitiva... pero una fantasía masturbatoria sospechosamente parecida al sueño húmedo de tu neocon medio. Sólo en los momentos que la crudeza y la violencia sin sentido de la guerra (genialmente retratada con los gráficos efectos especiales de Phil Tippet) invaden el horizonte, la frágil máscara de belleza artificial cae hecha pedazos y se muestran los gusanos devorando la pútrida carne muerta de la verdad tras este envidiable mundo.

Ya lo demostró Aldous Huxley hace años, y Paul Verhoeven nos lo vuelve a recordar. Las utopías son tramposas por definición.

(Esta es la primera mitad del artículo. La segunda mitad será publicada próximamente).

Saludos desde OK Corral

miércoles, agosto 23, 2006

Citas (V)


"-Hay cuatro palabras que debéis saber para parepararos para el parto. Tomad nota, señoras: Yo. Quiero. La. Epidural."
(Dr. Joel Fleischmann, experto en obstetricia)

lunes, agosto 21, 2006

Chorrada del día nº 1

Según esta página web, mi nombre élfico sería Elros Faelivrin. Y según esta otra, si fuera un hobbit me llamaría Meriadoc Proudfoot de Standelf.

Pues oye, qué bien.

Saludos desde OK Corral.

domingo, agosto 20, 2006

Clash of the Titans

Atención, señores, que esta posiblemente sea la noticia del año. Es posible -o no- que recuerden el desafío de Uwe Boll a sus críticos. En el caso de que se mantengan descolgados de la actualidad cinematográfica, les haré un breve resumen. Hará unos meses Uwe Boll, harto de las críticas feroces que recibían sus películas, decidió lanzar el guante de duelo a sus detractores: aquellos críticos que lo desearan podrían mandar sus perfiles, y cinco de la lista de contendientes se curtirían a ostias con el insigne destrozafranquicias. En la lona. Bajo el lema "Cuando no se puede defender una película con argumentos, lo mejor es recurrir a las OSTIAS", cinco desafiadores trataran de romperle los piños al odiado germano. El hecho de que Boll fuera púgil en su juventud (¿visión de futuro, tal vez?) parece inclinar la balanza a su favor, pero no conviene subestimar el poder de la mala leche. Un tipo cabreado puede hacer más daño que uno entrenado.

La cuestión es que uno de los elegidos para la gloria, uno de los envidiados púgiles, será nada más y nada menos que Carlos Palencia, a.k.a. Oso55, webmaster de CineCutre, y conocido de este servidor de ustedes. Según este blog que ha abierto para narrar sus próximas dos semanas de entrenamiento, y esta entrevista que concedió a GameProTV, la plana mayor de CineCutre decidió mandar una solicitud en plan de coña cuando se dio a concoer el reto de Boll. Sorprendentemente, a Boll le gustó Cinecutre (¿Sorprendentemente? Vaya tontería. ¿Acaso a alguien NO LE GUTA CINECUTRE.COM?), pero no podía ir a España para rodar las escenas. Al cabo de los meses, Boll lamó de nuevo a Carlos y cia.: iba a presentarse en el Festival de Cine Fantástico de Málaga, para presentar Bloodrayne, y podría rodar la pelea allí Si el quería. Naturalmente, Carlos aceptó, y lleva preparando la contienda desde entonces.













Uwe Boll vs. Oso55: dos gigantes en ruta de colisión...

Naturalmente, desde aquí pensamos darle todo el apoyo posible a Carlos en su dura pugna con el gigante teutón. En todos los foros de la red las apuestas están a favor del Dr. Uba , incluso el propio Carlos admite que va recibir una salva de ostias de Uwe, pero, no podemos evitar pensar que el privilegio de ponerle un ojo morado a uno de los seres más odiados de Occidente sin buscar en la sección de "Demoliciones instantáneas" bien vale unos dientes partidos. Y quien sabe, nadie daba un duro por Rocky Balboa.

GO OSO GO!!!
Saludos desde OK Corral.

lunes, agosto 14, 2006

How It Should Have Ended

Señores, aunque me cueste reconocerlo, yo también soy humano. Y como tal, no puedo subsistir siempre de entradas pretenciosas y pedantes en un vano intento de aumentar la -supuesta- calidad intrínseca de este blog que leen. De vez en cuando sienta bien un poco de intrascendencia, y acabo de encontrar el contenido indicado para ello: How It Should Have Ended. Como su propio nombre indica, la web es un pequeño archivo de videos en los que los creadores muestran cómo consideran ellos que debería haber acabado conocidas películas (con efectos claramente cómicos, y a veces algo ácidos). La página web no sólo ofrece este (hilarante) material, sino que también se pueden encontrar críticas cinematográficas (e variable calidad), un webcomic muy en la línea de Snoopy (aunque todavía está lejos de superar el mejor webcomic que he visto en mi vida, y diverso material sobre el principal cometido de la web: fotos de los creadores, previews de los próximos proyectos, etc.
Sencillamente LOL. En especial el verdadero final de Se7en, el de el Espisodio IV de Star Wars (admítanlo: TODOS queríamos que acabara así), y el de Braveheart, que es tan sencillamente grandioso que no tengo más remedio que poner directamente el reproductor de YouTube en la página:



PD: Como regalito, la demostración de que los chicos de GamesAjare, además de unos auténticos genios del humor, son unos chicos cumplidores: la review del PEOR juego de la historia, y su segunda parte, sólo entendible por los que hayan visionado la primera.

Saludos desde OK Corral.

jueves, agosto 10, 2006

"El Sueño de Hierro": De pajas nazis y otras cosas desagradables

Resulta doloroso emprender la lectura de un libro como "El Sueño de Hierro". Si tuviera que buscar una analogía barata, diria que su lectura es el equivalente literario de darse de latigazos durante 240 páginas, con látigos de sintagmas verbales trenzados en vez del tradicional cuero. Durante esas 240 páginas contemplamos la paja nazi definitiva, el testamento (in)moral y (anti)ideológico de un Hitler que nunca emprendió el mayor genocidio de la historia.

Pero creo que será mejor que explique todo esto, porque si no va a convertirse en algo mucho más retorcido de lo que ya es.

"El Sueño de Hierro" fue escrito en 1972 por Norman Spinrad, lo cual ya es fuertemente indicativo de lo que vamos a encontrar entre sus páginas. Spinrad fue, junto con Ballard, Moorcock, Disch y una media docena de popes más, uno de los principales estandartes de la New Wave en la ci-fi durante los 60-70. Como tal, su producción se caracteriza por el cometido autoimpuesto de romper las barreras que delimitaban y constreñían el género hasta entonces: basta de navecitas, alienígenas de cartón piedra y heroicas gestas en pos de la destrucción de un imperio de mal y corrucpión en la galaxia. La New Wave dio pie a la entrada masiva de conceptos psicológicos, políticos, sociológicos en la ci-fi; desarrollemos el "inner space" del individuo, no el manido "outer space" lleno de alienígenas demasiado antropomorfos y emperadores a derrocar. Como tal, el autor de la New Wave medio es iconoclasta, radical, rompedor, y Spinrad es una de las mejores muestras de ello. Su libro "Incordie a Jack Barron" fue objeto de una acalorada polémica en el Parlamento Británico, debido a su publicación serializada en la revista New Worlds, editada por aquel entonces por Michael Moorcock. Los insignes petardos de la cámara legislativa consideraban al escrito una abominación excesivamente carente de corrección, y decidieron que una revista capaz de tamaña grosería no debía recibir fondos del erario público. Desconozco la respuesta de Moorcock, pero conociendo su prominente mala leche es muy probable que se asemejara a un "que les jodan".

Ya podemos ver qué podemos esperar; apología del rupturismo. Vaya si la hay. En esta novela, Spinrad recrea una de las ucronías más exrañas de la historia de la literatura, mezclando una trama de "novela dentro de la novela" (literal), con un mundo donde Adolf Hitler emigró de Alemania en 1919 hacia Estados Unidos y se convirtió en... escritor de ciencia fición. La mayor parte de "El Sueño de Hierro" está ocupada por la reedición de "El Señor de la Esvástica", la novela más "popular y vívida" de Hitler, un autor que "durante muchos años había sido una figura en las convenciones del género, y era muy popular en su faceta de narrador ingenioso y entusiasta" (sic). En sí, "El Señor de la Esvástica" es la más pura expresión de la figura principal de la mitología nazi: el übermensch ario quintaesencial, Feric Jaggar, alter ego escasamente camuflado del propio Hitler, liberando una encarnizada batalla contra las hordas babeantes y descerebradas del judaísmo y el comunismo internacional. Un delirio fascista donde la loa a la violencia cavernaria más enloquecida, los fastos multitudinarios a mayor gloria del atávico simbolismo de la esvástica enmarcada en el fuego purificador, y el fetichismo sadomasoquista del cuero negro y la bota- apisonadora de acero, tiene la mayor de las preponderancias. Concluye la "novela" (y luego explicaré por qué apostillo esta definición) un sesudo análisis universitario, que con un aplastante carácter deconstructivista, nos muestra cómo la supuesta popularidad de la novela (y por definición, la estética e ideología nazi en el mundo "real") se debe a los arrebatos psicóticos de un sifilítico cerebral en plena agonía. Mientras tanto, en el mundo alternativo donde se escribió "El Señor de la Esvástica", la Unión Soviética llega hasta Gran Bretaña, y sólo Japón y los EEUU se interponen a un dominio comunista global.

En esas circunstancias, ¿quién se sorprendería del surgimiento de un nuevo nazismo en los EEUU?

Aunque aparentemente la única lectura de la novela sea la de un alegato satírico en contra del nazismo y el racismo, Spinrad va más allá y, como decimos por estos lares, mata dos pájaros de un tiro. Si se examina atentamente la estructura de la historia, resulta extrañamente familiar: héroe surge de un ambiente oscuro, consigue arma superpoderosa, se enfrenta a peligroso imperio del mal que amenaza la existencia de todo lo que es bello, bueno y justo en el mundo, y finalmente, en una épica batalla de connotaciones cuasi-cósmicas, derrota al maléfico icono del pecado. ¿A alguien le suena de algo esto? Porque a mí, si: llevo contemplándolo, leyéndolo y (seamos valientes y admitámoslo) disfrutándolo durante toda mi vida. Star Wars, El Señor de los Anillos, The Matrix. Todas ellas fantasías masturbatorias de adolescente trastornado, con protagonistas con los que fácilmente podemos empatizar y/o identificarnos, y villanos tan terribles que no se puede concebir ni una tregua ni el armisticio; sólo la victoria total. Aspiraciones a divinidad encapsuladas en 300 páginas/120 minutos de metraje. Qué guay.

Decía al principio que este libro es doloroso de leer, precisamente por lo crudamente que Spinrad nos presenta este hecho. Búsquenme la media docena de diferencias entre Feric Jaggar y Luke Skywalker, silvuplé. ¿Cómo, la moralidad? Pues el tito Luke, para ser de los buenos, liquida a unas cuantas docenas de Stormtroopers, que también son personas con familia e hijos, y revienta dos Estrellas de la Muerte enteritas, que vacías precisamente no estaban. Cualquiera con dos dedos de frente puede darse cuenta de la conclusión lógica: el pequeño Führercito que llevamos dentro se revuelve de placer mientras disfrutamos de cosas como esta. De ahí lo difícil que sea leer esta novela: se asemeja más bien a una tortura autoinflingida, un proceso de purificación personal, darse cuenta de que incluso a un nivel primario y animal, disfrutas con algo como esto. De ahí que películas como "El Hundimiento" resultaran polémicas y escandalosas. Dar rostro humano a los monstruos reales que hemos tenido que soportar a lo largo de diez milenios de (in)civilización es negar la negación definitiva que cualquiera de nosotros tiene en lo más profundo de su ser. Que bajo las circunstancias adecuadas cualquiera de nosotros podemos convertirnos en un Hitler o un Stalin.

Decía hace un par de párrafos que no considero a este libro una novela. Tampoco puedo decir que se trate de material de ensayo, aunque la parte final bien podría considerarse como tal. Más bien se trataría de una novela ensayizada, o de un ensayo novelizado. Desde luego, este libro entra dentro del experimentalismo literario más descarado, y como tal, debería ser examinado cuidadosamente. Cualquier obra que aliente el progreso debería ser tratada con la mayor de las estimas, pero esta parece que a nadie le suena. Si, es un libro difícil de leer, pero también necesario, necesario para recordar en qué clase de trampas pueden encarcelar nuestra voluntad otros seres humanos. Personalmente, creo que nunca leeré a John W. Campbell igual.

Saludos desde OK Corral.

(Más información:

New Wave in Science Fiction (entrada de la Wikipedia)

Entrada de Norman Spinrad en la Wikipedia

Norman Spinrad: "El Emperador de Todas las Cosas" (artículo presente en la reciente edición de "El Sueño de Hierro" por AJEC) )

miércoles, julio 26, 2006

Emprendiendo el camino

Efectivamente, como el título de la entrada indica. ya he dado un primer paso. Algo que no asegura la existencia de un segundo, pero que es una firme base para continuar en el camino demarcado, más cuando es tan agreste y desdibujado como el que quiero seguir.

Cualquiera que me conozca un poquillo sabrá a lo que me refiero. Vamos, que quiero ser director de cine (carcajadas de fondo, please). En este país es más o menos decir que quieres robarle el puesto a Dios, así que probablemente me daré con un canto en los dientes. Pero, coño, que no me van a quitar la ilusión sin luchar. Allá va mi primera salva de artillería. Un primer corto, a los que (espero) seguirán otros. Colgado en Video Google (la primera intención era colgarlo en YouTube, que era más apañadillo y podía poner el reproductor en flash en la peich, que queda como más fardón en vez del triste hiperenlace URL que voy a tener que poner ahora), pero resulta que era un archivo demasiado mastodóntico como para ajustarlo a las estrecheces youtubianas. Así que me decanté por Video Google.

Así pues, siéntense en un asiento cómodo, apaguen las luces y suban el volumen de sus altavoces. Aquí tienen mi primera obra cinematográfica:

Only_Video_001

Espero que les guste.

Saludos desde OK Corral.

jueves, julio 20, 2006

Public Service Announcement

Sé que voy un poco con retraso, pero tengo que anunciar un evento que entre hoy y mañana puede que interese a los aficionados al fantástico de Madrid que me leen (que me da a mí que son más bien tirando a pocos). Con motivo del lanzamiento editorial de su nueva remesa de novedades, la Editorial Gigamesh va a realizar esta tarde y mañana por la tarde la presentación en Madrid de dos de sus novedades: el primer libro de la saga de Anita Blake, cazavampiros (que aprovecho para decir que es la repera limonera y que merecerá un futuro comentario en este blog), y "Leyes de Mercado, de Richard Morgan.

La presentación de "Leyes de Mercado" se realizará esta tarde, a las 19:30, en la librería "Generación X" (C/Puebla nº 15, 28004, Madrid) y contara con la presencia del autor, Richard Morgan (si no sabes quién es, mira aquí), que firmará ejemplares de sus obras (sólo se ha editado "Carbono Alterado" y "Leyes de Mercado", así que poca variedad habrá). Los obsesos de los autográfos ya tienen (tenemos) un nuevo objetivo.

La presentación de "Placeres Prohibidos" tendrá lugar mañana en la librería "Estudio en Escarlata" (C/ Guzmán el Bueno, esquina con Fernández de los Ríos, 46, 28015 Madrid) a las 20:00. Aparte de la presencia de The Man in person (Alejo Cuervo, vamos), los que adquieran un ejemplar ese día se les invitará a un Bloddy Mary (curioso detalle, aunque apropiado).

Para más información, aquí

Saludos desde OK Corral

viernes, julio 14, 2006

Syd Barrett: Retrospectiva y muerte

El viernes 7 de Julio de 2006, el corazón de Syd Barrett, uno de los fundadores de Pink Floyd, se paró. Tenía 60 años; las causas de su muerte son todavía oscuras. Sólo tenemos una delaración de sus allegados: "complicaciones debidas a sus diabetes". Nada más; pero aunque supieramos el motivo exacto de su muerte, no evitaríamos el hecho de que ha muerto.

No pienso hacer un texto florido, con elaboradas metáforas ni pirotecnia sintáctica. La muerte no tiene nada de romántica ni merece hacerse simbología con ella. Un proceso natural, nada más, aunque sea desagradable y triste. El más odiado y temido de todos. Por ello, en un obituario no merece la pena mas que hablar de los hechos que rodean al difunto. Hechos, nada más; los juicios se los dejaremos a todos aquellos que se consideren moralmente superiores al cadáver. Ellos saben quienes son.

Roger Keith Barrett nació el 6 de Enero de 1946 en Cambridge, Inglaterra, dentro de una familia de clase media que le animó a expresarse musicalmente desde su más tierna juventud. Su sobrenombre, Syd, provenía de un antiguo batería de su ciudad natal, apellidado igualmente Barrett. A los 11 años, su padre murió repentinamente; este trágico hecho le marcó toda su vida. Muchos dicen que sus posteriores complicaciones mentales nacieron de dicha pérdida.

En 1965, formó junto a sus amigos Roger Waters, Richard Wright y Nicholas Mason un grupo. Lo llamó Pink Floyd; el nombre había surgido de la unión de los nombres propios de Pink Anderson y Floyd Council, dos cantantes de blues. Esto puede dar una idea de hacia dónde irían los tiros de la nueva banda: una ecléctica mazcolanza donde el jazz, el blues, y la psicodelia más tortuosa se daban de la mano. "The Piper at the Gates of Dawn", álbum debut, entró directamente en el puesto #6 del Top Ten británico. Sin embargo, debido a ese súbito éxito, las responsabilidades, el ritmo de trabajo, las giras, y sobre todo, su más que abuso del ácido lisérgico, la olla a presión de su cordura reventó, haciéndo su estancia en la banda inviable. Sus arrebatos psicóticos entraban en un variado espectro, desde dejar de tocar en mitad de un concierto espontáneamente, o encerrarse en su camerino con la mirada perdida mientras el resto de la banda esperaba para comenzar el concierto. A pesar de la renuencia que su amistad provocaba en el resto de la banda, el comportamiento esquizoide de Barrett llevó a buscar el apoyo de David Gilmour, un viejo amigo de Syd, como guitarra suplente, y en última instancia, como sustituto de Barrett. Esto ocurriría en enero de 1968.

Durante unos años, en concreto hasta 1972 estuvo realizando trabajos en solitario; tan errático como en su etapa con Pink Floyd, durante esa etapa dos únicos albumes vieron la luz: "The Madcap Laughs" y "Barrett".

Tras eso, y diversos -y fallidos- intentos para recuperar la chispa (nuevo grupo, vuelta al trabajo en estudio, etc), dejó definitivamente la música. Volvió con su madre y su hermana a su Cambridge natal, donde se dedicó a la pintura, una de sus principales expresiones artísticas, a la jardinería, y en general a llevar una vida tranquila y sigilosa. Rehuía visitas, escapaba de la presencia de fans y reporteros y no quería saber nada sobre su anterior vida como músico. Renegado total, vivió hasta su muerte de manera discreta y recogida.

La última gran historia que surgió de su peculiar y acelerada existencia (una carrera condensada en diez años, seguida de una jubilación autoimpuesta, casi una condena a prisión para el resto de su vida) fue durante la grabación del disco "Wish You Were Here", la elevación nostálgica de un grupo de amigos añorantes que echaban de menos su presencia. Un individuo adiposo, totalmente lampiño (se había afeitado hasta las cejas) se presentó en los estudios Abbey Road durante la grabación de "Shine On You Crazy Diamond". Al principio, nadie lo reconoció; los integrantes de la banda tardaron en reconocer a su antiguo amigo. Syd Barrett había vuelto al seno de la banda que creó y le vio partir. La impresión de siete años de ausencia y lo que le habían hecho a Barrett fue demasiado para los músicos. Todos rompieron a llorar como bebés, incluido el habitualmente pintado como comeniños Roger Waters. Fue el último gran momento que el mundo recordaría de Syd Barrett, el homenajeado planeando como un ave de remordimientos sobre los homenajeadores. No resulta difícil encontrar conexiones místicas en el hecho, karma personificado que venía a recordar los propios pecados que buscaban expurgar. Sin embargo, todo eso se quedará en el ámbito de la divagación sobreanalizada.

A día de hoy, casi hace dos semanas que Syd Barrett murió. El mundo sigue, nada va a cambiar. Sólo podemos esperar que el artesano cósmico sea recordado lo suficiente como para que la gente no olvide que, un día, un británico de Cambridge decidió junto con sus amigos comenzar una revolución musical que cuarenta años después sigue haciendo vibrar a millones de personas.

Descanse en paz, Roger Keith Barrett.

Saludos desde OK Corral.

(Artículo cortesía de La Petite Claudine -que me comunicó la noticia- y la Wikipedia.)

martes, julio 11, 2006

Citas (IV)


- Eso es lo que digo. ¡Eso es lo que he intentado hacer! Pero Dios no está en Oz.
- Claro que está. Está en todas partes. Está en tí, ahora mismo, Tobias
- Mi mujer quiere que nos divorciemos. Creo que lo decidió cuando vio la esvástica en mi trasero. Se irá con los niños a vivir con sus padres. Si Dios está en mí... es un tumor.
(Tobias Beecher, preso #97B142, Instalación Correccional Oswald)

jueves, julio 06, 2006

La felicidad tiene una dirección

Esta

O, por lo menos, ver a Cyndi Lauper contorneando las caderas con su look punkipop, a Damon Albarn perseguir a un cartón de leche antropomoórfico o a los Village People cantar una oda a las partylines, es para mí lo más cercano a la felicidad.

Saludos desde OK Corral

Citas (III)


- Si fuésemos a televisar la Segunda Llegada de Cristo a color durante una hora completa, habría una considerable cantidad de cadenas que declinarían emitirla, argumentando que un Western o concurso de preguntas darían muchos más beneficios.
- (Edward R. Murrow, periodista)

En el principio, estaba Buffy

Sinceramente, la Red nunca dejará de sorprenderme. Entre la habitual furrufalla, videos escatológicos, gente tirándose pedos flamígeros, bebés infográficos danzarines y rústicos rockeros de lomo ancho, se encuentran auténticas maravillas. Maravillas como esta:



Nada más y nada menos que el episodio piloto original de Buffy. Inédito. No aireado en la televisión. Rechazado por su creador. Una de las piezas más pirateadas de la Red. En directo para todo el mundo que quiera verlo en la red. Como se dice mucho por ahí, YouTube es Dios. En realidad yo diría que Google es el Padre, YouTube el Hijo y la Wikipedia el Espíritu Santo de las peregrinaciones periódicas del internauta medio, pero pelillos a la mar.

¿El episodio en sí? Pues como la primera temporada de la serie (esto es, cutre, casposa, abusando de todos y cada uno de los tópicos del cine teen de terror, totalmente campy y rayana en el delirio kitsch), pero amplificado por mil. Es sencillamente glorioso ver a una Willow adiposa y bordeando la neurosis barata (por cierto, el único miembro del reparto que fue cambiado para la serie), a un Rupert Giles realizando la actuación de una imitación de un pederasta barato, a una amalgama de efectos ¿especiales? baratos dignos de una producción de serie Z, a unas baratas interpretacioens de Gellar y Brendon... Vamos, no es el subproducto más psicotrónico que ha dado la factoría Whedon acerca de su serie emblema (la tesis sobre Spike mencionada en el capítulo "Checkpoint" de la quinta temporada, y, sobre todo, un ensayo del Centro de Investigaciones Estratégicas estadounidense donde se compara la actitud frente al peligro de ataque biológico del gobierno con la actitud del Scooby medio frente a las amenazas sobrenaturales de Sunnydale, posiblemente se lleven la palma) , pero desde luego se trata de todo un descubrimiento para los amantes del cine más casposo y delirante. Atención sobre todo al plano final. Digno de "Jesucristo Cazavampiros", oiga.

Saludos desde OK Corral

martes, julio 04, 2006

Do the Evolution

En ocasiones he expresado el desencanto (más bien asco) que me produce el ser humano como especimen evolutivo en general. Jamás llegaré a entender cual es la función de un sistema moral y de valores en un organismo equipado con la misma tecnología punta en instintos de rapiña que la hiena media, a no ser que sirva como una retorcida y particularmente basta herramienta de selección natural; una manera para diferenciar a los que se guían por los cánones de su propio bienestar y los que prefieren tener un miras un poco más amplias. Fuertes y débiles; más aptos o menos; o como digo yo, listos y gilipollas. No es de extrañar que se den tantas divergencias, psicosis, taras y alteraciones varias en muchos seres humanos; la capacdad de la psique para contener moralidad, instintos, reglas sociales que nos inventamos para alejarnos lo más que podemos de nuestros primos menos evolucionados y, en algunos casos, normativas religiosas, tiene un límite. Cuando el dique se presiona demasiado, revienta... y deja fluir la corriente en el sentido que llevaba antes de la implantación de unas barreras artificiales socialmente aceptables. Decía Hobbes que homo homini lupus est, pero se equivocaba. El hombre es la mayor plaga vírica que azota a esta pelota de barro soldificada que flota a 150 millones de kilómetros de un reactor nuclear de varios millones de kilómetros de diámetro. Como diría Ellen Ripley, "no sé cuál especie es peor. Al menos ellos no se matan por un porcentaje".

Si alguien se extraña de que ahora me encuentre en un humor tan sombrío, podría entenderlo si se hiciera un favor a si mismo y fuera al cine a ver esa clarificadora y descarnada película que es "El Señor de la Guerra". Si hay algún fulano despistado que todavía no sabe de qué va la película, aquí va una breve sinopsis: Yuri Orlov es un traficante de armas. Su oficio es ese: vender mil maneras de despedazarse a dos partes implicadas deseosas de arrancarse las tripas a bocados si hiciera falta. Cualquiera podría pensar que se trata de un hijoputa de tomo y lomo, pero lo cierto es que no. Es un tipo majo, simpático, del tipo con el que intercambiar una conversación y un par de copas en el bar del aeropuerto que te lleva a casa de nuevo. Un hombre amante de su familia, que idolatra a su mujer y que se horroriza ante la idea de que su hijo juegue con pistolas de juguete. Un tipo majo, como decíamos. Para él, su trabajo es una forma como otra cualquiera de ganarse la vida; en sus propias palabras, simplemente está supliendo una de las necesidades básicas del ser humano. La de abrirle la cabeza al vecino cada vez que te birla una jugosa hembra, o pisotea tus terrenos, o toca lo que es tuyo, o te mira mal, o es más feo que tú, o... No importa, la cuestión es dar rienda suelta a todos tus deseos atávicos de muerte y destrucción. Thanatos. Y Yuri Orolov es bueno en ello.

La película no se limita a dar un día a día concienzudo de las actividades de Yuri, más bien se esfuerza en reflejar su auge y su caída. Su primera venta de armas (que él cínicamente compara con el primer polvo: no tienes ni idea de lo que estás haciendo, pero se trata de algo de lo más emocionante), sus primeros pasos en el mundo del comercio de armas, la incipiente de drogadicción de su hermano Vitaly, su llegada a la jet set del tráfico armamentístico, la caída del Muro y la apertura del arsenal soviético a explotadores y especuladores ("el mayor atraco de la historia"), la consecución de su sueño primerizo de casarse con la modelo Ava Fontaine... y su descenso dantesco personal.

Posiblemente, este repaso sarcástico e irónico del estado actual (y perenne) del mundo se da cuando, cautivo, sin familia, sin hermano, sin mujer, sin hijo... le explica lo que va a pasar a continaución. Crees que me juzgarán, me condenarán y me pasaré el resto de la vida en la cárcel. Pero dentro de cinco minutos va a venir un alto cargo del ejército y va a utilizar su autoridad superior para que me liberes. Posiblemente te preguntarás por qué. Porque el gobierno me necesita. Puede que trate con algunos de los hombres más crueles, despiadados y sanguinarios del la Tierra, pero algunos de esos hombres son enemigos de nuestros enemigos. Y el gobierno necesita a alguien que sirva comosu mano ejecutora en esta clase de trabajos difíciles, y que pueda dar la cara en los medios si algo sale mal. "Mirad a este hombre. Es malvado. Vende armas a los africanitos subdesarrollados. Acabamos de hacer del mundo un lugar mejor al atraparlo". Y mientras tanto, miles de toneladas de armas se envían a todas las partes del planeta. Soy el coco, soy la imagen del capitalismo. Soy necesario.

Pero claro, alguien bienintencionado y optimista se dirá al salir de la sala de cine que sólo es una película, una visión del mundo. El mundo se puede cambiar. Sólo hay que buscar la iniciativa, la fuerza y la voluntad. Una Humanidad unida puede vencer a sus genes. Podemos pensar en el mañana. Podemos cuidar del planeta, y vovler a hacerlo florido y hermoso, y podemos cuidarlo, y cuidar de nosotros mismos, y desterrar la guerra, la violencia y todos los instintos agresivos que nos dominan y dominan nuestras vidas.

Es como pensar que el títere puede cortar los hilos que le unen al titiritero. Uno no se despierta un día y se deshace del producto de varios millones de años de evolución con un par de pastillas y sonrisitas beatíficas. Este grillete, el que nos une a la animalidad, lo llevaremos hasta el fin de nuestros días.

Do the Evolution, baby.

PD: Y como regalito, la banda sonora recomendada del artículo. Disfruten.



Saludos desde OK Corral.

viernes, junio 30, 2006

lunes, junio 26, 2006

Cumpleaños feliz

Feliz quince cumpleaños, colegón. Recuerdo cuando te ví por primera vez, allá a principios de los 90; te probé en la flamante y recién adquirida Mega Drive de mi tío, indispensable artículo de entretenimiento en mi infancia pre- subcultural, maquinorro que con sus avasalladores 16 bits (qué lejos que queda todo eso ya, ¿eh?) pasó, verbigracia del progreso técnico (mi tío adquiría por fin un PC y decidió hacerle un regalo por todo lo alto a su sobrino en su 9 cumpleaños) a mi extasiado poder. Fueron incontables las partidas en las que disfrute de tus adrenalíticas aventuras, en las que atravesabas a velocidad de vértigo paisajes paradisíacos de praderas verdes, ruinas arcaicas perdidas entre la bruma del olvido, ciudades de neón resplandeciente, y fábricas metálicas de autómatas sin alma. Yo creo que una de las razones que te hacían diferente de la competencia era precisamente eso: la velocidad. Siempre se ha hablado de tus características técnicas, de unos gráficos coloristas y alucinantes que han envejecido con dignidad, de una música cualitativamente superior... pero se suele olvidar lo que te hacían reslatar. Invitabas a correr, a convertirse en un relámpago. Los muchos peligros de las pantallas hacían buscar la prudencia y el comedimiento, pero una vocecilla en el interior de nuestra mente nos exigía enfurecida que nos olvidaramos de los precipicios y de los robots enemigos y que exprimiéramos el acelerador hasta que la adrenalina se secara en nuestras venas. Por eso, resultaba un auténtico placer encontrar un ítem de invencibilidad o de zapatos turbo, porque por fin teníamos excusas para desatar el potencial torbellino en el que te podías convertir. Y tras unas cuantas partidas, el objetivo no era conseguir la mayor cantidad de anillos, ni destruir a la mayor cantidad de robots, ni ver el nuevo aparato infernal con el que Robotnil quería poner fin a tu periplo en busca de su base secreta y de las Esmeraldas del Caos. Al final, lo único que queríamos hacer era hacer saltar por los aires la marca del reloj, ese desafío irresisitible presente en todo momento en la pantalla.

Al tiempo, la familia creció. Apareció Tails, esa especie de mezcla de hermano pequeño/ admirador tan carismático como tú (aunque te cueste reconocerlo), que se empeñaba continuamente en seguir tus pasos; Knuckles, el rival que pasó a ser amigo; la obsesiva Amy y su cómica (al menos para el restod el mundo) fijación con casarse contigo... El universo en el que vivías empezó a cobrar entidad propia paso a paso, ayudado por series televisivas, cómics y demás spin offs que en muchas ocasiones no hacían sino confundir las cosas y contradecirse unos con otros. Pero nos divertíamos.

Entonces llegó la nueva generación, y all, sinceramente, te perdí la pista. Sólo sé que de los casi infinitos videojuegos que se han hecho sobre tí, el reparto ha acabado aumentando hasta superar la plantilla habitual de Ankawa. Aunque por muchos secundarios interesantes que aparezacan a lo largo de los años,ara mí siempre serás único e irrepetible, ese borrón azul que atraviesa la pantalla con sonrisa pícara, perseguido por un hilarante villano de hondas hechuras y bigote frondoso. Me resulta difícil poder decir por cuántos años felicitarte. Si seguimos el canon oficial, contabas con unos 15 años durante tu creación, así que ahora rondarías la fatídica treintena. Sin embargo, tienes la suerte de vivir en un mundo atemporal, donde siempre serás un jovial adolescente, y podrás tumbarte al sol y disfrutar de la vida entre aventura y aventura. Suertudo tú, que nunca tendrás que pagar una factura o soportar a un jefe amargado. Felicidades, Sonic. Y que cumplas muchos más.



Saludos desde OK Corral

viernes, junio 23, 2006

Esquirlas de pasado

Es sorprendente cómo a veces las certezas más grandes y terribles de nuestra existencia vienen a veces presentadas por los hechos más intrascendentes. A veces, desearíamos estar más lejanos del pasado de lo que en realidad estamos, inconscientes de que, hagamos lo que hagamos, los hechos ya acontecidos son como un estigma indeleble tatuados en nuestros edificios, nuestra sociedad, y en nosotros mismos. Somos hijos de nuestro pasado, presos de la cárcel de la historia, y no podemos escapar. Non plus ultra.

Viendo la película La caja de música, una impresionante película del no menos impresionante director francogriego Constantin Costa Gavras, llegó hasta mi una de esas revelaciones que resultan mucho más iconoclastas cuanto más simples son. Mientras la protagonista, Jessica Lange, pasea meditabunda, dudosa (¿es su padre culpable de esos pavorosos crímenes de guerra? ¿es inocente? ¿y las pruebas? ¿en qué parte del trayecto deja de ser duda razonable para entrar en el campo de la horrible sospecha?) entre los pilares suspensorios del Lánchid, el Puente de las Cadenas húngaro, puente que -anteriormente- se nos ha presentado como escenario de numerosos horrores. Un hermoso puente, moderno, construcción del siglo XIX, a caballo entre la recia construcción tradicional de piedra y la vanguardista arquitectura del metal templado, hogar de fusilamientos, torturas. Violaciones con pedazos de cristal afilados. Familias enteras ahogadas en las aguas de un Danubio que Johann Strauss definió como azul y hermoso. Lágrimas, sangre; pedazos de masa encefálica calcificada manchan las piedras del puente. En ese momento un pensamiento claro, cristalino, atravesó mi mente.

"Yo he estado allí"

Un torrente de confusas sensaciones inundó mi cerebro. Podía ver a las familias enteras, unidas en un abrazo metálico por el alambre de espino, escarificando la piel de aquellos situados en la periferia. Los sollozos, las lágrimas, las miradas huidizas y aterradas, esquivando el rostro del gris verdugo que sonríe con indolencia con la muerte en la mano. Pensando, rogando y pidiendo que la bala no estuviera destinada a su cabeza, que fuera el de la derecha, o el de la izquierda, su destinatario, y odiándose por ellos. Deseando poder salvar a su hijo, evitar el aciago destino que le aguardaba a lo único que el mundo todavía no le había arrebatado. El cañón de la pistola, negro, extendiéndose despectivamente hacia delante, como un insulto a la existencia, escupiéndole a la cara a su terror e impotencia. Suena un estallido. Bang. El aire huele a pólvora y cordita, el detonador aún apesta a quemado en el ambiente. En tu mejilla , una sensación líquida ha empezado a fluir, no te giras, y no deseas saber si es sangre, lágrimas, o una combinación de ambas. Los espasmos de terror, antes controlables, ahora hacen su aparición, rotas las barreras del autocontrol. Suenan dos estallidos más. Bang, bang. El soldado baja su arma, aún humeante; intercambia fanfarronadas entre sus camaradas en un idioma incomprensible. Se le piensa mejor: levanta de nuevo el cañón, aprieta el gatillo, una víctima más. Una mujer empieza a gritar al cielo, pidiendo ayuda a un Dios que no contesta. Como respuesta, Dios envía la bota de uno de los soldados de uniforme gris.

La caída parece desarrollarse con parsimonia, como si el bulto humano atravesara un depósito de almíbar. La barandilla del puente se aleja a cada segundo, con ella los rostros burlones de los ejecutores. El río da una húmeda bienvenida, arrastrando a los supervivientes a su tenebroso fondo; unas solitarias burbujas de aire se separan del lastre desaparecido: las oleaginosas aguas se lo han tragado. En el horizonte, las llamas acarician un cielo plomizo, mientras este escupe bombas sobre los edificios intactos.

Todas estas imágenes cruzaron fugazmente mi mente. Y, repentinamente, tuve mucho frío.

Saludos desde OK Corral.

miércoles, junio 14, 2006

Citas (II)


- No vamos a morir. No podemos morir. ¿Y sabes por qué? Porque somos muy atractivos. Somos demasiado atractivos para que Dios nos deje morir.
(Sargento Malcolm Reynolds, Batalla de Serenity Valley)

viernes, junio 09, 2006

Petición de socorro muda en el vacío universo virtual

Tengo la boca árida y pedregosa; mi garganta se ha convertido en un horno crematorio para bacterias. Los ojos están encostrados con legañas, las púpilas dilatadas. Mi cerebro da vueltas ante el ensordecedor rugido del silencio total de la noche. He dormido seis horas en dos días, y no respondo de mi cordura si no oigo una voz humana en un breve plazo de tiempo. Ante mí tengo todavía 17 páginas de organigramas caóticos y confusos para memorizar, la lista de la compra intelectual, y la tercera parte de una carpeta de prácticas cargante y monótona. Tengo cuatro horas para completarlo todo.

Dios, cómo odio la temporada de exámenes.

sábado, junio 03, 2006

Axl, ¿trece años para esto?

Creo que se me pasó de comentar entre estas polvorientas líneas de código, que hará un mes o así conseguí un trabajo. Un trabajo perfecto para estudiantes, además: eventual, de presencia voluntaria, cobrando bien, y en el que la carencia de esfuerzos intelectuales se ve compensada por la sobredosis de esfuerzo físico. Montador (y desmontador) de conciertos. Encima, podía asistir como espectador a conciertos antes de empezar a currar por la cara. Díganme por cual orificio de mi cuerpo van a metérmela, oiga, que me dejo. La cuestión es que mi bautizo de fuego fue nada más y nada menos que con el primer concierto de la gira europea que Guns´n´Roses daba en Madrid.

Guns´n´Roses. En fin, creo que a estas alturas de la vida es un poco fútil hablar de la banda angelina, ¿no? Los más grandes entre los grandes en los early nineties. Famosos por sus excesos, por sus demostraciones de rock en estado puro, por su abrupta separación, por la casi eternizada producción del "Chinese Democracy"... La sombra de la banda deja una estela nebulosa a medio camino entre la leyenda y el mito, y muchos veteranos opinan que fueron la última banda de verdadero rock que se paseó por los estadios de medio mundo (aseveración que me parece un tanto absurda, teniendo en cuenta la infinidad de formaciones que surgen y se disipan a lo largo de los años, y que, en mi opinión, sólo demuestran el cerrilismo de los fans más integristas y radicales) Ríos de tinta han corrido sobre ellos. No estamos aquí para polemizar de nuevo sobre sus méritos.

Resulta curioso, además que fuera un ofrecimiento que obtuviera tan caído del cielo, y que incluso me costara discusiones con una compañera de las prácticas de radio que realizo los martes. Intervención divina, o algo así. Luego vería que de divina no tenía nada, pero eso es precipitar los acontecimientos.

Así pues, me dispuse, emocionado, a observar en directo a estos monstruos. Coño, del plantel original solo quedaba Axl, pero ¡él era el corazón de la banda! ¡El alma mater! Algo tendría que quedar. Quien tuvo, retuvo, ¿no? Pues no.

Hay que decir que no estoy especialmente versado en los vicistudes de GNR. Todo hay que decirlo, soy un oyente bastante casual: alguna que otra cancioncilla, el nombre del cantante, y poco más. También hay que decir que las críticas recibidas me pareen un poco exageradas: al contrario que muchos críticos furibundos, encontré puntos positivos en el concierto, y las canciones del nuevo disco son prometedoras a un nivel artístico. Eso no quita para que el concierto fuera asquerosamente mediocre. Un concierto en el que te quedas sopa a la mitad no puede ser muy brillante, ¿no?

Sí, no es coña. Me quedé. Dormido. En un concierto. Y de GNR.

Pueden pegarme.

En fin. Mediocre. Esa es la palabra. Tras una espera de dos horas, tras la cual los improperios (un concierto sin menciones a la sagrada madre de la administración no es un concierto) y las cervezas empezaban a volar en la fría noche madrileña, se apagan las luces. Unas inconfundibles notas de guitarra empiezan a atravesar el recinto. El público se entusiama. ¡Welcome to the Jungle está aquí! Empiezan los botes, los cuernos, los coros improvisados. La banda está aquí. Y parece más numerosa que nunca: el bajo, dos teclados, el batería, y tres guitarras (¡nada menos!). Ah, y Axl. Por supuesto, él no podía faltar. Aunque se le notara un "poco cambiado":


















¿Cambio de look o demostración del paso impepinable de los años?

Peterpanismo del cantante aparte, el concierto empezó muy bien. Arrebatador, y potente. Pero, ¿qué es esto? Al rato empiezo a notar algo. Se oye mal. Bueno, más que mal: se oye con el culo. Parece que la gente no se mueve mucho. No transmiten emoción. La voz de Axl apenas consigue hacerse notar entre los coros de fans. Algo falla.
Al rato, acabo percatándome de una de las razones: el guitarrista principal. No tengo ni idea de quién es, pero acaba de reservar una plaza en mi sala de torturas particular. ¿Cómo es posible que alguien de la talla de Rose haya sido capaz de contratar a alguien tan descaradamente incompetente? En más de una ocasión desee que alguna clase de deus ex machina benevolente bajara entre rayos y truenos del cielo y le cortara las manos a semejante zoquete. La música se lo agradecería. El punto álgido, tras un Live and Let Die normalito, un Sweet Child O´Mine bastante majo, y un extracto del nuevo trabajo de la banda que demostraba que probablemente esosos momentos iban a ser lo mejor de la noche, fue la interpretación (y nunca mejor dicho, porque pondría la mano en el fuego a que se la inventó de cabo a rabo) fue el vil trabajo que el mil veces maldito pazguato realizó con Knockin´on Heaven´s Door. Tras tirarme de los pelos después de ver que ninguna clase de fuerza sobrenatural castigaba duramente el flagrante delito de violación que se estaba cometiendo contra la -posiblemente- mejor canción del repertorio de los Guns, decidí trasladarme a las gradas en busca de algo más de tranquilidad o sosiego. Tanto, tanto sosiego que me pasé prácticamente el resto del concierto sobado (luego me enteré que habían llegado a versionar una canción de Cristina Aguilera... no comments), algo que, por otra parte, agradecí bastante cuando empezamos a trabajar. Puedo asegurar que existe una significativa diferencia entre alguien que hace 16 horas que no toca la cama y alguien que ha podido descansar, por poco que sea. Pero bueno, no divaguemos. Para concluir, ya totalmente despierto, y tras un larguiiiiisimo November Rain, llegamos al final con un, esta vez sí, totalmente apoteósico Paradise City. Lastima que la energía y el buen hacer llegaran a la hora de plegar, a las 2:30 de la mañana, haciendo una hora que el metro había cerrado y un poco más allá de la quinta puñeta. Suerte que yo me quedaba.
En definitiva, mal sonido, músicos en el mejor de los casos grises y sin personalidad, solos aburridos y totalmente eternos, retraso imperdonable (empezaron a tocar cuando teóricamente tendrían que haber acabado el concierto... ole sus huevos), destrozo de clásicos... un concierto completo, vamos. En serio, Axl, ¿hacía falta que nos mantuvieras en vilo durante casi trece años para esto? Por si eso fuera poco, me has jodido mi chiste recurrente de "tal cosa ocurrirá cuando saquen el Chinese Democracy". ¡Habrase visto!
PD: Si de verdad quieren ver lo que es un concierto apoteósico, busquen en YouTube la última sensación de la red: la actuación de Daft Punk en el Coachella 2006. Simplemente acojonante. O mejor, vean una muestra:
Y aquí tienen otra:
Saludos desde OK Corral.

jueves, mayo 25, 2006

A lo Lovecraft (I)

"Nunca se percatará el ser humano que en nuestra núbil ignorancia de los asuntos que se desarrollan más allá de dónde las ataduras que nuestra propia fragilidad nos permite llegar es precisamente en donde reside la clave de nuestra seguridad. El hombre, al fin y al cabo no más que los despojos de antiguos experimentos realizados por razas primigenias que arribaron en este rincón perdido del Universo cuando el tiempo no era tal, mira la pureza inmaculada del cielo y se siente arropado por fuerzas ulteriores, inconsciente que detrás de esa falsa máscara azulada se encuentra una vacua negritud, donde todo lo que aquí damos por supuesto puede ser engullido y eliminado por caóticas mareas de pensamiento y acción, capaces de revertir la supuesta inmutabilidad de las leyes físicas y biológicas.

Sin embargo, siempre han existido individuos que, ignorando ese sentimiento visceral que en las partes más agrestes y salvajes de nuestro subcosnciente nos advierte del horror que nos espera si traspasamos ese delicado velo que nos protege del vacío, han mirado la pálida luz que llega de las estrellas y más allá. La locura o incluso el dulce olvido que provoca la muerte ha acompañado a esos seres temerarios e insensatos a lo largo de sus esporádicas apariciones en la historia; sin embargo, aún siendo terribles sus innombrables periplos a través del nicho oscuro que se agazapa tras el telón de la razón, más terrible es el hecho que, como si de un infame foco vírico se tratase, dejaron un rastro de miguitas que llevan a más y más hombres incautos a su mismo aciago destino. Gente como el mil veces maldito Abdul Alhazred, el Árabe Loco, escritor del grotesco "Necronomicon", que dejó al mundo ese compendio de maldades inenarrables, entre las que se encontraba uno de los escasos retratos fidedignos de la terrible y grandiosa Irem la Magnífica, la Ciudad de los Mil Pilares. Gente como Friedrich von Juntz. ¡Insensato loco! Tras una vida de viajes y descubrimientos blasfemos, recopilados en el negro "Unaussprechlichen Kulten", murió con el horror pintado en su rostro, en una habitación sellada y clausurada, con los cardenales provocados por las férreas garras que lo asesinaron aún marcados en su cuello. Así, conocimientos que no tienen cabida en nuestra pobre y simiesca psique se niegan a desaparecer de la superficie de esta infausta mota de polvo sobre la que navegamos en el vacío estelar.

Desgraciadamente para muchos hombres honestos, este saber no les llega únicamente a los que lo buscan activamente, sino también a muchos incautos sin ninguna relación con todo este horror que repta bajo nuestra ilusión de estabilidad y seguridad. Si la tragedia de aquellos imprudentes que persiguen al tigre en su territorio resulta lamentable, aún más resulta la de aquellos que reciben dicha desgracia caída del cielo, como lanzada por un arbitrario demiurgo que encuentra la diversión en el sufrimiento de las hormigas que observa con diversión y crueldad infantiles. Mi amigo Martin Chalmers, investigador de seguros para una pequeña compañía de Arkham fue uno de esos hombres. Y yo, Francis Winfield, destinatario y albacea de su última voluntad y testamento, sólo puedo rogar a Dios, si es que hay alguna clase de Dios que escuche mis pobres ruegos bajo este cielo que ya nunca más me resultará seguro ni tranquilizador, que nunca más se vuelva a acercar el horror que destruyó a mi mejor amigo y me provoca pesadillas desde entonces.

(continuará...)

jueves, mayo 04, 2006

Citas (I)



- ¡Qué afortunados somos de que haya cineastas tan sabios y valerosos como Lars von Trier! ¿Quién más se hubiera atrevido a decir que la esclavitud es mala?

(Pablo del Moral, crítico cinematográfico, en su crítica sobre Manderlay)

martes, mayo 02, 2006

Cómo crear un superéxito de la fantasía heroica

¡Eh, tú! Sí, tu, el que está leyendo esto. Dices que no te respetan, que la gente te obvia como si fueras un mueble, que las mujeres te dan la espalda ante tus elaboradas reformulaciones del rito de cortejo humano, ¿verdad? Si es así, tengo la solución perfecta a tus problemas. Dan Brown reventó las listas de venta con sus best sellers, y ahora tiene toda la pasta, respeto y mujeres que pueda desear, ¿cierto? Pues bien, ahí tienes tu pasaporte al éxito, la fama, las orgías y las muertes por sobredosis, hacia el paraíso de la jet set. ¡Conviértete en un afamado escritor de best sellers! Aunque claro, la elección de género puede resultar algo farragosa. Dan Brown y Tom Clancy copan el mercado de los tecno-thrillers, Michael Crichton el de la ciencia ficción (o algo así), y Stephen King es imbatible en las listas de terror. ¿Qué hacer, entonces? En estas situaciones es cuando un hombre debe de reflotar su iniciativa y su inventiva para prosperar. Así es, como si de un colono de la palabra impresa, debemos buscar pastos más floridos donde plantar nuestros árboles de ganar dinero. La fantasía heroica es un terreno virgen dispuesto a ser desflorado; lo más cercano que tenemos a escritores de best sellers en el sector es J.R.R. Tolkien y George R.R. Martin. Y vamos, ¿qué hombre entusiasta y emprendedor es incapaz de batir a un fiambre y a un tipo gordo y feo? Con la ayuda adecuada, el dinero lloverá del cielo como rosquillas. Y claro, Tombstone Express siempre estará ahí para echar una manita (las comisiones se negociarán luego)

Así pues, ¿qué tenemos que hacer para convertirnos en una estrella mediática de la noche a la mañana sin asesinar y torturar a 52 personas? Vayamos paso a paso...



ANTES DE NADA, UN POCO DE BRAND MANAGEMENT...


Recuerda: tú eres tu propio anuncio. Como en toda buena empresa, el logotipo tiene que mimarse y cuidarse con delicadeza, o se echará a perder. Ya no eres ese pringao gris y mediocre que se levanta todos los días a las 7 de la mañana para aguantar a un jefe soplapollas en un trabajo que no soporta. De la noche a la mañana te has convertido en una personalidad, alguien en el que un patético patán como el que tú eras antes pueda ver reflejado toda sus aspiraciones y sus metas, un avatar semidivino. El puto amo, en definitiva.

No existe una serie de parámetros fijos que garanticen este paso, pero podemos dar una serie de consejos que ayuden en lo fundamental:

- Basa tu imagen en el misterio. Que tu figura esté envuelta en la bruma de la incertidumbre y el exotismo, con cosas como:

  • Anécdotas jugosas o espectaculares sobre tus viajes por medio mundo
  • Vestimentas estrafalarias, o exóticas. Di que es un recuerdo de los tiempos que estuviste viviendo con un shaman de una tribu africana que te enseñó todo lo que sabes sobre la cultura y los ritos religiosos mugaitíes, y que era como un padre para tí.
  • Comportamiento excéntrico. Vas a ser un tipo rico dentro de muy poco, y ya se sabe que los millonarios son unos tipos raros...
  • Desapariciones esporádicas durante un tiempo indeterminado. Si tienes la suficiente suerte, conseguirás un día que tus fans digan que has muerto, y que te ha sustituido un clon/doble/sosías, creando un pequeño culto necrofílico subterráneo, basado obviamente en indicios extraídos de tus anteriores novelas y de símbolos crípticos de las portadas de estas. Aunque lo más probable es que te hayas pasado todo este tiempo de putas en Shanghai

Esto solo son unos ejemplos. No temas contradecirte; el 90% de los periodistas de este país recibieron muchas palizas de los grises en los días de la Transición defendiendo la democracia y les une una prolongada y profunda amistad con la Familia Real. Si nadie lo nota en los prohombres de la nación, ¿cómo se van a dar cuenta de ello en el próximo producto desechable de la moda?


Y por el amor de Moore, si no has oído la palabra "misterio" mas que en las novelas de Agatha Christie, contrata a un representante. Déjale el trabajo a los profesionales


- Apúntate a toda moda progre que invada los titulares de las revistas. ¡Salvad las ballenas! ¡No a la violencia de género! ¡Salvemos la música, salvemos el cine! ¡Acabemos con la discrimación del guacamayo paticorto a rayas multicolores en los programas televisivos sobre animales! Todo vale para demostrar lo concienciado que eres. Por supuesto, eres un ferviente defensor de la legalización de la marihuana, has probado muchas clase de sustancias para alterar la conciencia y entrar en tus trances místicos (nada de coca, heroína o speed, que son drogas de burgueses decadentes; mescalina o peyote), y este "estado fascista y represor" te ha encerrado "injustamente" muchas veces por ello.


- A pesar de todo esto, no hay que olvidar mantener cierto contacto con el hombre de a pie ¿Lo recuerdas? ¿Ese al que supuestamente tienes que inspirar y hacerle olvidar su asquerosa vida? Si quisiéramos una figura carismática y totalmente alejada de los estándares humanos, te hubiéramos disfrazado de Alien. Lo mejor es no olvidar los orígenes humildes; la retórica David Copperfield fascina a la gente. Si puedes mezclarlo con algun otro detallito de personalidad, como humildad, simpatía, o algo similar, el camelo será definitivo.


¿Que no tienes ninguna de esas características? Pero, a ver, chavalote, ¿de verdad creías que alguien contaba con que las tuvieras? ¿Qué te crees, que aquí estamos creando un santo? Interpreta, majo, interpreta. Que no todo el trabajo lo van a tener que realizar otros.



PONGÁMONOS MANOS A LA OBRA (Y NUNCA MEJOR DICHO)

Bien, y tras todo este extenso trabajo de preproducción, pasemos a crear tu exito multimillonario. Claro, podrías probar a ver si después de haberte convertido en la versión castiza de Tartarín de Tarascón eres capaz de vivir de las rentas únicamente por tu cara bonita (algo que podría ser digno de un futuro estudio), ¿pero en serio vas a basar tus expectativas de vida futuribles en la confianza que tienes en la inteligencia de la opinión pública?


Lo que yo pensaba.


1) Preliminares.

Coge tu diccionario. Si, si, no disimules, que sé que tienes uno por casa. Aunque sólo lo utilices como pisapapeles, que para el caso da igual. Ve a la letra O. Busca la palabra "originalidad". Ya la tienes, ¿no? Bien. Táchala.


Hale, ya estás preparado para empezar a escribir.


2) El trasfondo.

Hay una serie de normas que hay que cumplir a rajatabla para crear una ambientación a gusto del público, que son tal que así:

  • El libro tiene que ser lo más estereotípicamente medieval, pero sin las partes desagradables y repugnantes de esos siglos. Todo el mundo tiene una dentadura perfecta y no le falta ni un solo diente, hasta los siervos tienen bajo sus harapos unos cuerpos diez hijos del bodybuilding más intensivo, y la suciedad es un poquito de barro reseco que les tizna las caras levemente. En realidad, casi huelen hasta bien.
  • Tiene que haber un rey bueno. Ya se sabe, un tío guay y enrollado al que todo el mundo quiera, que haya promovido muchas obras sociales a lo largo de su vida, que nunca haya empezado una guerra (siempre lo hacen los otros)... Vamos, como Fernando Fernán Gómez en "El Abuelo". Por supuesto, tiene que haber un rey malo que quiera conquistar el reino del rey bueno y que sea todo lo que el gilip... venerable anciano no es: envidioso, déspota, iracundo, putero, maltratador, opresor... En fin, una delicia de hombre. Si se desea, puede ser un hórrido monstruo (pero no un monstruo cualquiera, uno que desprenda cierto halo de dignidad regia, como un vampiro, un liche, un dios demoníaco, etc.), aunque es algo meramente accesorio.
  • Las razas presentes en el mundo. Ya sabes cuales poner: elfos, enanos, gnomos, haditas y demás mariconadas. Los elfos son una panda de modders que hablan como un Yoda al que le aprieten mucho los calzoncillos, los enanos son una panda de retacos más bastos que unas bragas de esparto y parecen un montón de latas de conservas con patas, y los gnomos son una caterva de gordos emporrados que no piensan mas que en zampar a dos carrillos (y parecen tontos, los tíos). Si quieres ser un poco más innovador u original (¡A ver, chico listo! ¿No te dijimos que borraras la palabra "original" de tu diccionario? ¡Pues si no te da la gana hacernos caso, no sé qué puñetas haces leyendo todo esto!), pintas de colorines una de estas tres razas y vas que te matas. Luego les das un lenguaje que sea algo así como la transcripción fonética de un salva de pedos expulsados bajo el agua, y la crítica alabará tu originalidad y visión sin compromisos de la fantasía heroica. ¿Contento, el niño?
  • Guerras. El pasado del mundo en el que se desarrolla la novela está repleto de ellas. A ser posible, también tiene que estar aconteciendo una mientras se desarrolla el relato. No tengo muy claro por qué a la gente le gusta esto, pero parece ser que, cuantas más guerras haya, más se parece el libro al mundo real.
  • El protagonista es un Elegido. Tiene que ser un tipo de orígenes humildes y que de repente se entere de su grandioso Destino (así, com mayúsculas), a ser posible mientras una panda de garrulos feos, musculosos y atontados apiolan a su familia (o a toda su aldea), y el resto del libro seguirá su periplo a lo alrgo del mundo a modo de viaje iniciático (ni puta idea de lo que significa esto, pero ¿a que queda bien? Pues aplícate el cuento)
  • Tiene que aparecer como mínimo un dragón. Period.

3) El estilo

El estilo es una parte fundamental de la novela. Es lo que define y lo que le da textura, corazón, alma. Es el caliz de vida que el escritor insufla a su constructo espiritual plasmado con la forma de la palabra escrita.


Esto es lo que uno de esos artistillas pobretones con ánimos intelectualoides podrían decirte acerca del estilo, pero la realidad es que el estilo no es mas que una putada. Un tropezón en la carrera que tiene la fama y la gloria como meta. Pero, claro, te hemos entrenado para que esta batalla la venzas. ¿Ballard? ¿García Márquez? ¿Borges? ¿Auster? ¿Quién narices los conoce? Si, vale, sus libros son muy bonitos, muy elaborados y están muuuy bien escritos, pero ¿cuanto venden? Menos de lo que vendería yo si comercializara un libro fotográfico con una manada de descerebrados haciendo calvos. Si quieres calar adecuadamente a la gente, escribe como si escribieras una carta para tu sobrino que va a primaria. "Fulanito comió comida. Se levantó y rompió puerta de patada. Fulanito ser mucho, mucho fuerte". Así seguro que nadie se quejará por deficiencias comprensivas.


4) El tono

De acuerdo, formalmente tu novela es tan masticable que llega casi al nivel de vómito literario. ¿Pero qué pasa con el tono? Queremos que sea facilona, no genérica (o al menos no TAN genérica). Así pues, tenemos una palabra para tí. ÉPICO. Este género es épico. Tienes que dar la impresión de que todo lo que estás contando es de una grandiosidad descomunal, hasta el acto más nimio. Cuando los personajes van a cagar, la falta de fibra hace que los músculos gástricos libren una encarnizada y deseperada batalla para expulsar la pelota de plasta hiperconcentrada de sus terrenos. Cuando pelan un huevo duro, ejecutan una técnica secreta para expulsar todos los pedazos de cáscara al únísono de la inmaculada superficie, mientras intentan evitar que se cuele bajo sus uñas un pedazo que pueda provocar una septicemia generalizada y la muerte del héroe. Así todo el rato.


Para que seas capaz de captar mejor el tono de la obra, trata de imprimir lo que conocemos como "formato Biblia". Imagínate a un profeta majareta declamando filípicas hacia el cielo sobre un montón de rocas que se yerguen traicioneramente sobre la superficie del mar, donde las olas se estrellan estrepitosamente, y con una tormenta de rayos en curso. Esa imagen puede ilustrar bastante fidedignamente el tono buscado.


Ya sé, es una imagen bastante ridícula. Pero, qué se le va a hacer, así es el género.


5) Los personajes

  • El protagonista: Es el héroe de la historia, y por consiguiente el tipo en el que se va a ver reflejada la aficción. Por eso mismo, tiene que ser marcadamente tonto (perdón, simple). Mejorará la compenetración entre él y los lectores. En cuanto a su ocupación, lo preferible es que sea un guerrero; sólo Terry Pratchett es capaz de hacer magos tontos que resulten creíbles y cómicos, y TÚ NO ERES TERRY PRATCHETT. Déjale las complicaciones a los que tienen talento. Y tiene que ser obtusamente moral y legal. La gente gusta de cultivar la fantasía que son por naturaleza bondadosos, y que su alter ego literario realmente lo sea puede ayudar a afianzar esa ilusión en su psique. Nunca, repito, NUNCA, le digas al público algo que no quiera oír. Así pues, un ladrón como personaje principal también queda descartado (por razones obvias), salvo que sea un ladrón tontolaba, ergo, altruista, en plan Robin Hood.
  • El compañero gracioso: Físicamente más débil e irrisorio que su compañero, basa su personalidad en los chistes malos, la habilidad para meterse en líos con su enorme bocaza, y en un supuesto carisma que en la práctica es inexistente. Viene a ser algo así como el hermano pequeño del gitano musculoso que aterroriza tu barrio. No aguanta ni dos bofetadas, pero nadie se mete con él porque es sabido que detrás está el destripaterrones del héroe. En un libro de verdad, no tardaría mucho en convertirse en picadillo. En tu novela se trata de algo accesorio: mátalo o no, pero que no cope protagonismo al héroe.
  • La protagonista femenina: Básicamente, su cometido es ser secuestrada por los malotes, y enseñar cachito figuradamente (cometido que se lleva a cabo principalmente en la portada; aprovecha las ventajas de la infografía moderna. Si vives en países represivos y autoritarios, como Irán o los Estados Unidos, exprime al máximo lo que la legislación local te permita. Además, un poquito de polémica nunca le va a venir mal a nadie.). Si consigues que algún friki onanista babee ante tus detalladas descripciones, irás por el buen camino. Vaya, así que eres un "hombre liberado" y tienes reparos morales ante la utilización sexual de una mujer, ¿no? Bien, en ese caso, simplemente la conviertes en una protofeminista (ya sabes, chillona, con ansias de protagonismo, irritante), y dejas que la secuestren igual.
  • El mentor: Primera regla: Tiene que ser viejo. Segundo regla: Tiene que ser cargante. Todo el día con consejos, adivinanazas y parábolas místicas en plan "el delicado nenúfar que flota sobre la traicionera corriente de lágrimas celestes", para que el héroe desarrolle su pleno potencial como guerrero. Piensa en una especie de Pat Morita que te puede fundir a bolazos de fuego Tercera regla: ¡Cárgatelo sin compasión!
  • El villano: Tiene que ser lo bastante malo como para que el público lo odie a muerte y desee su pronto deceso, pero lo suficientemente inútil para que nunca pille al héroe y su grupo. Para disimular un poco sus meteduras de pata, puedes liquidar sin remordimientos a los figurantes, que pueden ser tanto subordinados suyos como pobres víctimas inocentes.
  • Otros: Personajes de segundo plano, figurantes y extras varios. Sólo sirven para morir trágicamente a manos del villano, moemento en el cual el héroe recupera milagrosamente sus ánimos y... Bueno, ya sabes lo que viene después.

6) El final

Los héroes vencen. El mal es derrotado. El villano muere entre horribles explosiones. El héroe y la heroína se reunen y se casan. Tienen hijos y son repelentenemente felices para el resto de sus vidas. Suenan las fanfarrias y se baja el telón.


¿Qué? ¿Acaso esperabas otra cosa?



THE AFTERMATH


Bien, ya tienes tu éxito en potencia en las manos, ¿verdad? Pues ya sabes lo que toca. Más promoción, ventas multimillonarias, un par de escándalos (nunca hay mala publicidad, recuérdalo), firma de ejemplares, invitaciones a programas de televisión, entrevistas, conferencias sobre la importancia del contenido en la obra literaria, más promoción...


Recuerda la palabra mágica: misterio. Como decíamos en el primer párrafo, todo el tinglado se basa en el misterio. Si alguien descubre que no eres mas que pura fachada, date por jodido. Revisa las primeras líneas de toda esta parrafada. Con un poco de suerte, descubrirás un día que podrás tomar bocatas de caviar con la pasta que has acumulado.


¿Cómo? ¿Que como has escogido como género literarario uno tan condenadamente friki como la fantasía heroica sólo tienes alrededor un montón de frikis gordópilos y granulientos en vez de las despampanantes top models que esperabas? Aaaamigo. La vida es dura. Si eso es lo que querías haber nacido llamándote Hugh Hefner, y lo hubieras tenido a porrillo. Ahora, ajo y agua.


¿A qué esperas? Miles de prometedores bluffs literarios se entrenan todos los días en el dominio del estereotipo y el cliché. ¿Vas a ser tú menos que ellos? ¡Tú también puedes ser una estrella fugaz en el famoseo nacional! ¡Sigue estos pasos, y la próxima camiseta de moda tendrá TU rostro impreso en ella! ¡Podrás ser rico y vivir del cuento, como todo hombre de provecho que merezca ese nombre! Sólo una decisión te separa de ello. ¿Dejarás pasar tu oportunidad?


Saludos desde OK Corral


(Copyright Tombstone Express 2006. Cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia. O no.)